lunes, 26 de diciembre de 2011

DIÁLOGOS PARA SEMBRAR LA PAZ

Por Rodrigo López Oviedo

El presidente Santos ha manifestado su interés en iniciar diálogos con las FARC, si esta organización guerrillera da auténticas señales de querer la paz. Ojalá que la alegría que produce tan inesperada noticia, dada en respuesta al llamamiento del dirigente fariano Manuel Pascuas, no esté en contradicción con el interés real del Mandatario, y este quiera, realmente, comenzar a tender puentes para superar el conflicto.

Solo falta saber cuáles son las señales que Juan Manuel Santos aceptará como gestos de paz y cuáles las condiciones bajo las cuales estaría dispuesto a abrir los diálogos. Sin tal conocimiento, no podríamos agregar a la alegría del anuncio la certidumbre de que se está rescatando la llave de la paz de los cuarteles en que se hallaba refundida, ni sopesar el verdadero interés del Mandatario en volver a escucharle a la insurgencia sus planteamientos sobre la Colombia que ha buscado a través de tantos años de vida guerrillera, ni mucho menos volver a ver a los más insignes representantes de la inteligencia nacional, sentados a la mesa, en abierta discusión de los problemas nacionales y de los caminos que conduzcan a resolverlos, pues no de otra forma se puede hacer realidad el sueño de tener en paz al pueblo más feliz e inequitativo del orbe.

No se trata, por supuesto, de un asunto de poca monta, ya que entre los planteamientos del movimiento guerrillero está, ni más ni menos, la búsqueda de consensos sobre aspectos tan importantes como la protección de los derechos económicos, sociales, políticos, culturales y medioambientales de la población; el establecimiento de una política agraria más cercana a los intereses de los campesinos medios y pobres; el restablecimiento de la soberanía nacional, la revisión del modelo neoliberal y la definición de políticas de inversión extranjera para que esta sea, efectivamente, de beneficio para la economía nacional; la erradicación definitiva del terrorismo de Estado y de las bandas paramilitares; la repotenciación del aparato de justicia y la ampliación de la democracia y de la eficiencia del Estado.

Pero el movimiento popular está en condiciones de lograr que tales discusiones se den. Así lo demuestran las conclusiones aprobadas en Barrancabermeja del 12 al 15 de agosto pasados por más de 20 mil asistentes de todo el país al Encuentro Nacional de Comunidades Campesinas, Afrocolombianas e Indígenas por la Tierra y la Paz, y que fueran ratificadas en el Encuentro de Tierras, Territorios y Soberanía que se celebró en Cali con la asistencia de más de 10 mil colombianos.

Lo que resta es actualizar esos pronunciamientos con nuevas movilizaciones. A eso nos invita este 2012 próximo a llegar.



lunes, 19 de diciembre de 2011

SUBIÓ EL SALARIO MÍNIMO, PERO...

Por Rodrigo López Oviedo

Pese a que desde 2006 no se lograba concertar sobre salario mínimo, el que el alcanzado para 2012 si lo hubiera sido no dejó ningún grato sabor para los trabajadores: durante el nuevo año, tendrán que atender sus necesidades vitales con la mitad de lo que vale la canasta familiar, es decir, con 566 mil 700 pesos.

Tomando en cuenta que tal incremento apenas sí representa algo más de un uno por ciento adicional a la inflación del presente año, la insatisfacción se hace mayor al considerar que el subsidio de transporte solo se incrementó en cuatro mil 200 pesos mensuales. Esto obligará al trabajador a seguir destinando parte de su exiguo salario a sufragar los gastos de desplazamiento al puesto de trabajo, los cuales se incrementarán en por lo menos seis mil pesos, y eso suponiendo que la buseta no se encarezca en más de cien pesos y que el trabajador solo la utilice dos veces por día.

La situación salarial de los colombianos es tan grave que, descontado el amplio número de personas que viven del rebusque, cerca del 70 por ciento de los trabajadores formales no reciben el mínimo legal. Por eso no dudamos en afirmar que se desperdició una magnífica oportunidad para saldar viejas deudas oligárquicas con la clase trabajadora, a la que tienen sometida a unas tasas de explotación cada vez mayores y que rebasan en mucho las de otros países de igual desarrollo económico.

Pero también era ocasión propicia para que las Centrales Obreras, asumiendo el papel dirigente que les ha sido conferido por los trabajadores e interpretando la angustia social que es de esperarse en un país que ostenta el tercer lugar en el escalafón mundial de la inequidad, pusieran a prueba su capacidad movilizadora haciéndose acompañar de acciones de presión que dejaran en claro su propósito de no dejar que la plusvalía siga creciendo como hasta el presente. Enfrentar solas estos eventos de negociación y, sobre todo, sin presiones más allá de la mesa es lo que en últimas ha conducido a concertaciones y decretos de incremento insatisfactorios.

Para que haya un verdadero incremento salarial, este debe ir más allá de los estimativos de inflación y productividad. A tales factores hay necesidad de agregarles la tasa de crecimiento del PIB, pues esta es alcanzada en virtud de la participación laboral en el aparato productivo antes que por gracia de la intervención del capital. Un salario así determinado haría mas soportable el peso de la explotación que llevan a cuestas los trabajadores, mientras llegan los grandes remesones sociales que la hagan desaparecer de la faz de la tierra.

lunes, 12 de diciembre de 2011

DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA

Por Rodrigo López Oviedo

Un memorable 10 de diciembre de 1948, en París, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó un invaluable abanico de normas para mejorar la convivencia y elevar la calidad de vida de los ciudadanos: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Lamentablemente, tal formulación no ha repercutido en Colombia en el afianzamiento de las costumbres y prácticas que fueran de esperarse, pues siguen siendo el capricho y las necesidades del gran capital los que determinan su grado de aplicación y de respeto.

Especialmente a raíz del derrumbe del campo socialista y el consiguiente impulso del Imperio a las tesis neoliberales, sobre esta Carta de Derechos Humanos se cirnió todo un viacrucis. Así, por ejemplo, los derechos relacionados con la vida laboral comenzaron a ser objeto de la más aberrante violación: desapareció el respeto a la jornada de las ocho horas, al salario mínimo vital, a la estabilidad en el trabajo, a la contratación colectiva, a la huelga y al empleo digno, sin que quienes contaran con un trabajo estable lo pudieran acompañar de otros derechos, igualmente contenidos en la carta, como el de la salud eficiente, la educación de calidad, el techo, el descanso y la recreación.

Igual suerte han corrido los derechos sindicales y políticos. Especialmente en Colombia, a la oposición política se le impide jugar su papel constitucional: se la somete a la injuria y la calumnia, se la veja a través de juicios amañados, se le tortura a sus más destacados hombres, y a los dirigentes se les condena al exilio, se les desaparece o se les asesina, como lo evidencia la repetida aparición de fosas comunes con decenas de cadáveres, muchas de ellas bastante cerca de los cuarteles.

Es tan grave la situación que ni siquiera se respeta el derecho a la propiedad privada en lo que atañe a la tierra. Más de cinco millones de campesinos vagan por las calles de ciudades y poblados, víctimas de la violación de tal derecho.

Y ni se diga de las violaciones de que son objeto las propias organizaciones defensoras de los derechos humanos. Según lo señalan Lisa Haaugard, Eric Sottas y Denis L´angalis, miembros de la misión especial conformada por representantes de 15 países que visitó a nuestro país con el fin de revisar el tratamiento que reciben estas organizaciones, en Colombia no solo se les persigue a ellas, sino a sus miembros, de los cuales 54 han sido asesinados en el período comprendido entre julio de 2010 y mayo de 2011.

Se trata, entonces, de una situación deplorable a todas luces. Y todo para preservar y afianzar los privilegios del gran capital.

lunes, 5 de diciembre de 2011

UNA MOVILIZACIÓN CON BEMOLES

Por Rodrigo López Oviedo

Seguramente hoy les irá muy bien a nuestras castas oligárquicas en su propósito de movilizar a la sociedad contra las FARC. Así lo hace creer la descomunal campaña que orientaron a explotar el dolor producido por la muerte de cuatro miembros de la Fuerza Pública que, sin saberse utilizados en la defensa del statu quo, se dieron a la ingenua tarea de contribuir a ponerle fin a una organización guerrillera que está soportada en siglos de abandono a los intereses populares, sin prever, tal vez, que, en esa lucha, ellos podrían ser los próximos en caer.

No obstante que compartimos ese profundo pesar, no podemos dejar pasar inadvertido el hecho de que él no puede ser menor que los muchos otros pesares que llevamos en el alma por cuenta de una violencia que ha sido concebida por las oligarquías para extirpar los gérmenes de unidad popular que en el país se vayan dando.

Paro no ir muy lejos, el proceso unitario que se vivía en torno a Jorge Eliécer Gaitán fue ahogado en sangre. El que crecía pujante en torno a la Unión Patriótica y a Jaime Pardo Leal corrió igual suerte, e igual el que comenzaba a perfilarse en torno a Carlos Pizarro.

Los representantes del establecimiento conocen bien que a esa violencia es a la que responden las fuerzas que hoy confrontan con las armas al régimen oligárquico; y aunque el régimen sabe que militarmente no podrá acabar con ellas, se niega a hacerlo mediante los procedimientos del diálogo, escudándose siempre en el argumento falaz de que no puede repetir la historia del Caguán, cuando nadie sabe mejor que ellos que tales diálogos fracasaron, fundamentalmente, por la renuencia de los negociadores del Gobierno a acceder a las propuestas surgidas de tales diálogos.

El Gobierno comete un crimen peor que el que pretende denunciar con movilizaciones como las de hoy al evadir con sofismas su responsabilidad por la suerte de quienes aún permanecen en manos de la guerrilla. El camino a seguir lo señaló el Estado de Israel al liberar a más de mil soldados palestinos a cambio del cuerpo de un solo soldado israelí.

Así la suerte de la paz y de la guerra no le interese, el Gobierno sí debe preocuparse al menos por la recuperación de los cautivos mediante el diálogo. Con un logro de esa naturaleza, podría disminuir un poco la temperatura del conflicto, a no ser que siga interesado en continuar beneficiando a los mercaderes de la guerra y beneficiándose él mismo con la eterna explotación del sambenito de la infiltración fariana para justificar la represión contra las luchas populares.

domingo, 27 de noviembre de 2011

LA VERDADERA INCLUSIÓN

Por Rodrigo López Oviedo

Con el encomiable propósito de visibilizar y recuperar para las mujeres el estatus social que en casi ninguna parte se les ha reconocido, se ha vuelto frecuente mencionarlas por separado de los hombres. Así, por ejemplo, escuchamos que se presentan saludos “a las y los jóvenes” o se felicita a “las y los deportistas que salieron vencedoras y vencedores” en una justa deportiva. Tal tipo de expresiones son redundantes ya que incluyen dos veces a las supuestamente excluidas: primero, al mencionarlas expresamente (las jóvenes, las deportistas, las vencedoras) y, segundo, al utilizar un género, el masculino, que en plural las abarca cuando no se da a entender que se alude solamente a hombres.

Este error se origina en la falsa creencia de que sexo y género es lo mismo. En el mundo, muy pocas cosas tienen sexo; tan pocas que tal posesión solo es característica de los seres vivos, y sin embargo no de todos. El género, en cambio, le es inherente a casi todo lo existente. Esto hace que encontremos muchas cosas con género pero sin sexo: la ventana y la luna son de género femenino, pero no tienen sexo; el camión y el ruido son de género masculino, pero tampoco tienen sexo. Incluso la Real Academia Española señala que el género es inherente a los sustantivos y a algunos pronombres, no a las cosas.

Tal vez sea el movimiento feminista uno de los mayores causantes de este dislate lingüístico. Las feministas suelen quejarse de que nuestro idioma presenta vicios de exclusión que afectan a las mujeres. Para rebatir tal argumento, podemos afirmar que, muy por el contrario, nuestro idioma ha sido generoso con ellas al entregarles un género para su uso exclusivo, mientras que al hombre lo hizo presunto dueño de otro que solo puede utilizar con exclusividad en número singular, pues, cuando adquiere pluralidad, lo debe compartir con la mujer, su querida compañera de tránsito por esta vida.

A quienes demandan el uso separado de ambos géneros, tanto para evitar que las mujeres sean invisibilizadas como para reclamar su mayor inclusión, hay que decirles que la mejor forma de lograrlo no está en convertir nuestro bello idioma en un galimatías carente de fluidez y de esplendor. Tan nobles propósitos solo pueden alcanzarse mediante la mayor vinculación de las mujeres a las luchas contra el establecimiento, este sí verdadero culpable de esos fenómenos. Cuando a la mujer se le garanticen sus derechos en pie de igualdad con el hombre, podrá decir que esa inclusión está dada; pero ello solo será el producto de grandes transformaciones sociales, las cuales son inconcebibles sin la participación de ella.

lunes, 21 de noviembre de 2011

APRENDAMOS DE LOS ESTUDIANTES

Por Rodrigo López Oviedo
En los análisis de la victoria obtenida contra la nefasta reforma a la ley de educación superior, un aspecto al que no se le ha dado mayor importancia es al relacionado con el desacato que en la práctica le propinaron los estudiantes a la llamada Ley de seguridad, la cual ha convertido en delito la protesta ciudadana.

Con sus multitudinarias movilizaciones, en varias de las cuales se rompió con la tradición al acompañarlas con danzas, fanfarrias, zanqueros, bullerengues y demás expresiones del folclor popular, los estudiantes le dieron al Gobierno una soberbia demostración de que por encima de lo que pretenda prohibir como escudero de las castas dominantes está lo que el constituyente primario quiera reivindicar.

En ello jugó un papel fundamental la unidad que lograron crear en torno al objetivo de impedir la escalada privatizadora que contenía el proyecto de reforma a la Ley 30 y al deseo de conquistar un modelo de universidad alejado de los patrones neoliberales; pero también tuvo su importancia, y fundamental, el que tal unidad lograran articularla en torno a una organización, la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, que fue capaz de armonizar las diferentes posturas ideológicas y políticas que hacen del movimiento estudiantil un crisol con elementos tan difíciles de alear.

Existiendo condiciones objetivas concretas, la organización y la unidad en torno a propósitos claros son los que hacen de las masas el factor más importante del devenir histórico. Con unidad y organización, ellas terminan sustrayéndose de los mandatos de quienes tradicionalmente han definido las reglas de juego y determinando el rumbo que ha de seguir la sociedad.

Por eso no se nos haga raro que ante las masivas movilizaciones estudiantiles, acompañadas en buena medida por padres de familia, el Gobierno haya optado por dejar para después el estreno de la ley de seguridad. Un después al que de seguro le sobrevendrán nuevas postergaciones, pues también de seguro seguirá siendo iluminado por el ejemplo del movimiento estudiantil.

Esas son experiencias en las cuales el Polo Democrático Alternativo debe procurar fecundarse. Sólo un Polo inmerso en las masas y conciente de las necesidades que les son más susceptibles de generar una unidad más estrecha; solo un Polo organizado por la base, capaz de movilizarlas en procura de las reivindicaciones que tales necesidades demandan; solo un Polo así puede convertirse en la alternativa de poder que su nombre deja traslucir. Lo contrario es dejar que el Partido se disuelva en períodos de olvido para despertar cada vez que así se lo demande una nueva contienda electoral.

Aprendamos de los estudiantes. Ellos nos han redescubierto el poder de la unidad y la organización.

lunes, 14 de noviembre de 2011

SE PUDO, SE PUEDE Y SE PODRÁ

Por Rodrigo López Oviedo

No sé si risa o lástima, pero uno de tales sentimientos debió despertar el presidente Santos cuando manifestó que ordenaría el retiro del proyecto de reforma a la ley de educación superior “en un gesto de buena voluntad”.

Cuál buena voluntad, nos preguntamos, si lo que movió su decisión no fue más que el temor a que aumentara la protesta en las calles, como intuía que ocurriría, y en efecto ocurrió el 10 de noviembre, cuando los estudiantes asumieron los retos de impedir que se les deje sin el reconocimiento de la educación superior como un derecho y evitar que este se convierta en una mercancía más, como ha ocurrido con tantos otros.

El proyecto de reforma a la educación superior contemplaba en sus trazos iniciales la pretensión de abrirle la puerta al capital privado a través de la autorización para que las universidades funcionaran con ánimo de lucro, lo cual se convirtió en el primer motivo de las encendidas protestas; tan encendidas que ya de entrada obligaron al Gobierno a refundir tan impopular anuncio.

Y no es que los estudiantes estuvieran cómodos con la Ley 30. Muy por el contrario, ella constituye el soporte legal al pisoteo de principios que a cualquier persona con ideales apenas sí liberales deberían resultarle inconculcables, como son los de la autonomía universitaria, la democracia, el cogobierno y la total financiación estatal, incluidos el bienestar universitario y el pasivo pensional.

Por eso no ha sido suficiente con el anuncio de retirar el regresivo proyecto. Los estudiantes quieren efectivamente una reforma, pero progresista, de avanzada; y ello es lo que justifica que el movimiento se haya materializado en tantas marchas y mítines y en un paro de casi dos meses de todas las universidades públicas y buena parte de las privadas. A este movimiento hay que destacarle que no se ha dejado llevar por los anuncios intimidatorios del Gobierno de que las protestas están azuzadas por el terrorismo.

De allí que hayan resultado tan razonables los procedimientos empleados en las concentraciones y desfiles, todos ellos orientados a impedir que fuerzas oscuras se infiltren con falsos radicalismos para justificar la represión y el rompimiento de la protesta.

Estando a la espera de lo que pueda ocurrir entre el Gobierno y la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, a los estudiantes debe quedarles claro que el haber logrado mediante la unidad que el Gobierno retirara del Congreso el proyecto de Ley es una gran victoria; y también que mediante la unidad se pueden obtener condiciones apropiadas para levantar pronto el paro y conseguir después la reforma que consulte los intereses del pueblo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

ANTE LA MUERTE DE ALFONSO CANO

Por Rodrigo López Oviedo

Ablandada como se halla la conciencia del país por los miles de mensajes que a diario proclaman la muerte como solución al estado de sempiterna guerra en que hemos vivido en Colombia, no fueron pocos los colombianos que recibieron con regocijo la muerte de Alfonso Cano. No importó de cúantos soldados humildes hubiera sido necesaria la ofrenda de sus vidas en la tarea de dar con el paradero del comandante guerrillero para que otros después lo bombardearan, ni que en tal acto estuviera implícita una pena de muerte que está prohibida en nuestra constitución. Lo interesante es que está muerto, como muerta creen que también está -y en ello encuentran motivo para nuevos regocijos- la esperanza de que esta guerra, que por más de seis décadas le han declarado las oligárquías a nuestro pueblo, tenga un final negociado, como lo reclamaba el guerrillero asesinado.

Entre quienes más felicidad desbordan, y más loas le lanzan al Gobierno por lo que consideran un buen suceso, están los grandes empresarios de la industria militar, que son los que se lucran con el conflicto, y que, en sana lógica, serían los perjudicados con su fin. En respuesta a ellos, que están fielmente secundados por los grandes medios de comunicación, los colombianos que nos consideramos libres de la presión mediática no podemos dejarnos neutralizar en la búsqueda de soluciones al problema de la guerra. Al contrario, debemos sacudirnos y asumir como propias las conclusiones de tantos eventos en los que se ha invocado la necesidad de encontrarle al conflicto armado un fin soportado en soluciones a los graves problemas de techo, trabajo, salud, educación y tantos otros que, por no solucionarse, han hecho de Colombia uno de los países más atrazadas en equidad social, según lo dice el PNUD.

Con la muerte de uno más de sus más valiosos comandantes, las Farc no van a entrar en desbandada, como lo suponen los voceros de la oligarquía. Antes por el contrario, ellas replantearán sus tácticas y estrategias, como lo hicieron cuando la muerte en tibia cama los dejó sin el histórico comandante Manuel Marulanda Vélez, o cuando otras bombas los privaron de Reyes y Jojoy. A rey muerto, rey puesto, saben decir, y asumir sus consecuencias es cosa que siempre han hecho sin perder el horizonte. Es esta una realidad que deja al país en la perspectiva de seguir perdiendo a muchos de sus mejores hijos a ambos lados del conflicto, realidad a la que por cruel no podemos acostumbrarnos. Antes por el contrario, las tareas por la paz nos deben seguir comprometiendo y hacia ellas debemos orientar nuestros esfuerzos.

lunes, 31 de octubre de 2011

RESULTADOS ELECTORALES

Por Rodrigo López Oviedo

No fue un resultado del todo mortificante para la izquierda el que se obtuvo en estas pasadas elecciones. Bien sabemos que su expresión más pura, el Polo Democrático Alternativo, no conquistó para sus listas el respaldo esperado, pero muchos ciudadanos sí se manifestaron a favor de opciones que creyeron de izquierda, lo cual habla muy bien de las expectativas políticas que guardan.

Decimos que respaldaron opciones que creyeron de izquierda refiriéndonos especialmente a Gustavo Petro, un hombre que, salido de la entraña popular, ha sabido engalanar su discurso con mensajes que tocan la fibra ciudadana por atacar problemas de hondo rechazo, como la corrupción, la politiquería y la violencia de todos los órdenes, al tiempo que ha mostrado su preocupación por el mejoramiento de la calidad de vida y el entorno de los más humildes.

Desafortunadamente, y eso es lo que genera dudas respecto de sus verdaderas intensiones, Petro no ha sido suficientemente consecuente con los procesos unitarios y organizativos en los que se ha comprometido, ni ha sido cabal cumplidor de sus decisiones, por más que ellas han sido tomadas siempre con el respeto debido a las reglas democráticas. Al contrario, ha preferido hacer un partido de sus propósitos personales, y obviamente eso no solo divide a la izquierda, sino que le atrae a él los respaldos de la derecha, como parece que ocurrió generosamente en su campaña por la Alcaldía Distrital.

Lo que queda es esperar que tantas astucias pueda ponerlas al servicio de los bogotanos, que no solo esperan que se respeten los logros sociales de las dos administraciones anteriores, logradas ambas con los votos del Polo, sino que se profundicen y llenen cada vez de mayor significado, pues al fin de cuentas quienes hoy desde el petrismo buscan cambios radicales a las tradicionales formas de administración de la cosa pública son en buena medida los mismos que antes procuraban lo mismo desde el Polo.

Al Polo Democrático Alternativo le corresponde asumir ahora con realismo las nuevas condiciones políticas que le plantean estos resultados y no dejarse desviar de las responsabilidades de orientación que le asisten, así sus electores estén prestando oídas temporales a otras vitrolas. Y debe comenzar por hacer que esas oídas se transformen en presión para que el nuevo caudillo cumpla sus promesas electorales. Un nuevo engaño no puede llegarles sin que el Polo les ofrezca la adecuada orientación.

Quiero terminar agradeciendo el respaldo que cerca de 500 ibaguereños le dieron a mi aspiración de convertir en tribuna de resistencia social una curul en el Concejo. No se pudo, pero ello no desdibuja mi compromiso, ni el del Polo, con el pueblo.

lunes, 24 de octubre de 2011

EN LA RECTA FINAL

Por Rodrigo López Oviedo

Este domingo, la ciudadanía señalará en las urnas cuáles son las propuestas electorales que ha resuelto acoger y quiénes los favorecidos con su voto a los cargos y corporaciones que están en juego. No será una tarea fácil, bien lo sabemos, pero no tanto por la complejidad de los tarjetones, que no es mucha, sino por la profusión de propuestas que pudo escuchar de los diversos candidatos, casi todas plagadas de engaño. En lo que atañe al Polo Democrático Alternativo, los militantes procuramos aprovechar esta ocasión para desentrañar el origen de los males que afligen a los tolimenses, desenmascarar a los culpables y orientar a las víctimas hacia la toma de posiciones conscientes respecto de la mejor forma de resolverlos.

Fue por cierto una lucha ardua. El Polo procuró resolver la escasez de sus arcas mediante el esfuerzo de la militancia, todo dentro del propósito de llegar con sus propuestas a donde fue posible y de superar todo intento de invisibilizar al Partido. Bien pudimos ser testigos de las multimillonarias sumas vertidas sobre las demás campañas, pero también del daño sistemático que se le ocasionó a la poca propaganda que con gran esfuerzo logramos colocar.

Este fue un duro inconveniente y, sin embargo, no lograron arrinconarnos. Hoy podemos decir que, independiente de los resultados que obtengamos, cumplimos con esas tareas de denuncia y orientación. Lo que queda es la esperanza de que tales esfuerzos, y los que logremos realizar en lo que falta de la presente semana, nos permitan arrebatarles importantes parcelas de poder a las castas dominantes.

En lo personal, quiero invitar a los lectores a concederme su respaldo en mi aspiración al Concejo de Ibagué, renglón cinco por el Polo Democrático Alternativo. Una revisión de mi blog (http://rodrigolopezoviedo.blogspot.com), pero también de mis demás comentarios, publicados generosamente por El Nuevo Día desde hace más de diez años, pueden darles una idea de mi coherencia ideológica y política en torno a los ideales de la paz, de la justicia social, del mejoramiento de la calidad de vida de los más necesitados, del respeto a los derechos constitucionales, del rechazo a que tales derechos sigan siendo convertidos en mercancías, en fin, una coherencia ideológica y política que es prenda de garantía de lo que será mi accionar como concejal del muncipio. De allí mi invitación a que respalden mi candidatura, como también las de Héctor Orlando Zambrano a la Gobernación, Alberto Bejarano a la Alcaldía de Ibagué, Nelson Lombana Silva –número 53 a la Asamblea- y Pedro Bolaños Batista, número 83 a la JAL de la comuna 10. Con el Polo, ganarán usted, Ibagué y el Tolima.









lunes, 17 de octubre de 2011

El Tolima se hizo sentir

Por Rodrigo López Oviedo

No puede haber mayor motivo para el orgullo de un pueblo que ver cómo se sobreponen sus integrantes a las diferencias de sexo, de raza, de credos y de condición social para salirle al paso a una agresión que los afecta a todos. Eso hizo el Tolima el pasado viernes, 14 de octubre, ante la pretensión del gobierno de Juan Manuel Santos de autorizarles a las transnacionales mineras, especialmente a AngloGold Ashanti, la explotación de los yacimientos auríferos ubicados en nuestras reservas forestales y cuencas hidrográficas, sin importar que con ello se afecte de manera irreversible el ecosistema de municipios tan importantes como Ibagué, Cajamarca, Espinal, Guamo y Saldaña.

Cuántos fuimos los marchantes en esta tan importante jornada es cosa de la que aún se hacen cálculos. Lo cierto es que se desbordaron todas las expectativas y que con nuestra multitudinaria presencia en las calles quedó expresa constancia del rechazo ciudadano al malhadado propósito de echar a andar la megaminería en la región y de la férrea voluntad que nos asiste para impedirlo.

Esta marcha nos llena de optimismo a quienes esperamos con ansia ese hermoso día en que nuestro pueblo reconozca que entre él y el gran capital no pueden existir intereses comunes, pues mientras los dueños del gran capital solo se preocupan por acrecentarlo sin límites, nuestro pueblo comienza a ver clara la tarea de empujar las agujas de su tiempo hacia horizontes donde el hombre sea el verdadero amo y señor de lo existente, y el capital, mientras exista, un mero instrumento para lograrlo.

Solo resta esperar los efectos de la movilización. Si con ella el Gobierno nacional no quedó convencido de la alta tasa de popularidad que puede poner en juego al desoírla y se empeña en seguir adelante con su locomotora minera, a través de la cual solo incrementa las cada vez más notorias evidencias de ser el representante de intereses foráneos y sus socios nacionales, habrá necesidad de programar acciones de más profundo significado, incluida la preparación de un gran paro cívico con la participación de todas las fuerzas vivas de la ciudad y del departamento.

Ojalá que no tengamos que llegar a tanto; pero si tal circunstancia se da, es compromiso de honor de los funcionarios, concejales y diputados del Polo Democrático Alternativo que salgamos elegidos el próximo 30 de octubre el estar siempre dispuestos y en actitud de apoyo a iniciativas como ésta, pues entendemos claramente que el compromiso de nuestro Partido trasciende lo electoral. Así lo impone nuestro Ideario de Unidad, pero también la dramática disyuntiva planteada por los marchantes: ¡O la mina, o la vida!

lunes, 10 de octubre de 2011

QUE OJALÁ NO FALTE USTED

Por Rodrigo López Oviedo

No puede haber motivo que justifique tanto una movilización social como la necesidad de defender la vida humana, faunística y vegetal.

En nuestro departamento, todas estas manifestaciones vitales se hallan seriamente comprometidas con los proyectos mineros que lidera la transnacional surafricana AngloGold Ashanti, ya que estos se ejecutarían a cielo abierto y con la utilización de materiales altamente peligrosos para la vida, como el cianuro y el mercurio, además de emplear dinamita, la cual resulta de alto riesgo en una zona como la nuestra, que se encuentra seriamente amenazada por las inminencias de una erupción volcánica en el cerro de El Machín.

Ya las voces de la ciudadanía, que en repetidas ocasiones se han expresado en rechazo a tales proyectos, dieron pábulo a la Personería de Ibagué para instaurar una acción popular demandando su suspensión y al Tribunal Administrativo del Tolima para acoger tan trascendental petición, como lo hizo el pasado 30 de septiembre al ordenar que fueran suspendidos los contratos de concesión contenidos en 24 títulos que afectan las cuencas de los ríos Coello, Combeima y Cocora, dado “el inminente peligro para la vida humana, la supervivencia y el desarrollo presente y futuro del municipio y sus habitantes”, derivado de las exploraciones mineras ubicadas en las mencionadas cuencas.

Claro que no basta con tales pronunciamientos. La locomotora minera del presidente Santos solo interrumpirá su marcha cuando se le haga imposible desatender a una ciudadanía cada vez más conciente de que su futuro depende de lo que hoy pueda hacer en contra de unas políticas que, antes que responder a las necesidades de la nación, están atadas a los mandatos aperturistas del Concenso de Washington, que privilegian los intereses del gran capital.

Ya el pasado cuatro de octubre tuvimos ocasión de demostrar en Cajamarca que no estamos en condiciones de aceptar pasivamente que la mina de La Colosa pase a estado de explotación, luego de haber sido consentida su exploración por un par de personajes que se reclaman tolimenses y que nada hicieron a su paso por el ministerio del Medio Ambiente para cerrarle el paso a la transnacional surafricana y a su propósito criminal de atentar contra las aguas y la vida de nuestra región.

Los cerca de cuatro mil colombianos, venidos de todo el país, que nos dimos cita en Cajamarca debemos multiplicarnos por diez este próximo 14 de octubre y salir a las calles de Ibagué a manifestar con igual fervor que no estamos dispuestos a aceptar el veneno que, a cambio del oro, AngloGold Ashanti quiere sembrar en nuestras cordilleras. Allí estará el Polo Democrático Alternativo. Que ojalá no falte usted.

lunes, 3 de octubre de 2011

SIGUEN LAS MOVILIZACIONES SOCIALES

Por Rodrigo López Oviedo

Como lo señalé recientemente, el primer semestre de este año se caracterizó por las combativas protestas sociales que se dieron durante él, pero también por haber dejado previstas un sinnúmero de movilizaciones para el resto del año.

Una de tales movilizaciones, el Encuentro Nacional de Tierras, Territorios y Soberanía, realizado en Cali con la presencia de más de 10 mil delegados de todo el país, concluirá hoy, 4 de octubre, con un desplazamiento de más siete mil de sus asistentes hacia la mina de La Colosa, en Cajamarca, donde sembrarán una gigantesca bandera de Colombia en señal de soberanía. Ya varias organizaciones del Tolima están en marcha hacia el mismo sitio con el fin de ofrecer un fraterno abrazo a tan combativos visitantes en agradecimiento por tan solidaria presencia y de asumir el compromiso de emularlos en Ibagué el próximo 14 de octubre, cuando se multiplicará por dos la multitudinaria protesta que ya tuvimos la oportunidad de realizar contra la multinacional AngloGold Ashanti.

Y como de movilizaciones hablamos, mencionemos también el paro nacional que realizarán los trabajadores estatales este siete de octubre. Víctimas de primer orden como han sido de las más graves consecuencias del modelo neoliberal, los trabajadores estatales se han visto obligados a reivindicar mediante esta protesta el derecho a la estabilidad laboral de más de 120 mil servidores públicos que han resultado víctimas de una Comisión Nacional del Servicio Civil renuente a cumplir con el acto legislativo 04 de 2011, que permite homologar la experiencia de estos servidores para acceder a la carrera administrativa.

Pero en este paro también se levantarán banderas de justicia social y soberanía. Allí se harán sentir exigencias por la pronta expedición del Estatuto del Trabajo; por la ampliación de las plantas de personal; por el derecho a la contratación colectiva; contra las pretensiones de agravar el sistema pensional; contra la burla del derecho a la salud por parte de los intermediarios que lo han convertido en mercancía; contra los copagos y el no cubrimiento de enfermedades preexistentes; por la derogatoria de la ley 100 y el establecimiento de un sistema de salud que ponga a tono este servicio con su reconocimiento constitucional como un derecho fundamental. El Sena, las Cajas de Compensación y Bienestar Familiar defenderán la parafiscalidad y la comunidad estudiantil y universitaria rechazarán la regresiva reforma de la ley 30

Se trata, entonces, de justas banderas a las que la ciudadanía debe brindarles su apoyo, pues no de otra manera puede concebirse una sociedad en armonía y paz si no es mediante el reconocimiento de derechos tan elementales como los que se levantan en este pliego.

lunes, 26 de septiembre de 2011

DICHO SIN AMBAGES

Por Rodrigo López Oviedo

Aún antes de que al suspendido Alcalde de Bogotá, el doctor Samuel Moreno Rojas, se le decretara la medida de aseguramiento que hoy lo embarga, el Polo Democrático Alternativo ya había señalado con total entereza que cualquier hecho contrario a la pulcritud con que deben manejarse los recursos públicos debe ser sometido a la más rigurosa investigación y aplicar a los culpables las penas y sanciones correspondientes.

Con manifestaciones como la anterior, el Polo dejó clara la vigencia de sus banderas contra la corrupción y su compromiso de seguir a la vanguardia en la lucha contra tan destructivo flagelo, aunque con el entendimiento claro de que también en sus filas era posible la existencia de uno que otro militante que viniera contagiado con tan malas artes de sus organizaciones de origen o que las trajera por imitación de los partidos tradicionales.

Con lo dicho no quiere decirse que el Polo pueda rasgarse las vestiduras y decir, como en aquella canción, “ese muerto no lo cargo yo”. Antes por el contrario, y muy a sabiendas de que contra Samuel Moreno Rojas aún no ha habido un pronunciamiento definitivo de parte de la justicia acerca del grado de participación que pudo haber tenido en los hechos que son materia de investigación, el Polo viene reconociendo sin ninguna ambigüedad la responsabilidad política que le corresponde por haberle concedido el aval y los votos que lo llevaron a la Alcaldía de Bogotá.

Pese a lo anterior, los grandes medios continúan en su campaña de desprestigio contra nuestro Partido. Agigantan el escándalo como si fuera medianamente comparable con el que podría suscitarse si se diera igual publicidad a lo que pasa en muchos otros partidos y entidades del Estado, como por ejemplo en el Tolima, donde nuestro candidato a la Gobernación, el doctor Héctor Orlando Zambrano, se vio obligado a exigir el nombramiento de un Gobernador Ad Hoc, que sea plena garantía en un debate electoral que se ha visto afectado por los más de cinco mil contratos a dedo firmados bajo la actual Administración.

Los primeros que debemos comprender lo anterior somos los militantes de base del Polo, ya que imposibilitados como estamos de todo acceso a los grandes medios de comunicación, solo nosotros, con el trabajo abnegado que realicemos, podremos contrarrestar los efectos de esa campaña que adelantan contra nuestro Partido. El Polo Democrático Alternativo no ha arriado ni arriará sus banderas por un mejor país. Su ideario de Unidad se mantiene enhiesto, y mientras ello ocurra, seguiremos contando con esperanzas. Esta campaña electoral debe servirnos para ratificarnos en esos propósitos y para seguir atrayendo la confianza de los colombianos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

UN ASESOR DE SANTOS

Por Rodrigo López Oviedo

La política económica del presidente Santos se inspira en parte en el pensamiento de Domingo Cavallo, el principal responsable de la peor crisis que viviera Argentina en los últimos años. Domingo Felipe Cavallo, es recordado por dos decisiones que se adoptaron mientras fungía como ministro de Hacienda de su país: Por la política de convertibilidad, que puso el peso argentino a la par del dólar durante el gobierno de Carlos Menem, y por el denominado corralito que sufrieron los argentinos durante el gobierno de Fernando de la Rúa.

Examinar estas dos decisiones nos permite avizorar los resultados que se pueden alcanzar mediante la aplicación de tal fuente conceptual. La Ley de Convertibilidad, que entro en vigor en 1991, prohibía la emisión de moneda que no estuviera respaldada en divisas y establecía una relación cambiaria equivalente a un dólar por diez mil australes, los cuales finalmente serían reemplazados por una nueva moneda, el Peso Convertible, de valor fijo de un dólar. Esta Ley, que estuvo vigente durante diez años, contribuyó a reducir considerablemente la hiperinflación que carcomía el bolsillo de los argentinos, pero generó tal explosión de importaciones que llevó la balanza comercial al déficit, puso en apuros la industria nacional y prácticamente triplicó la tasa de desempleo, al tiempo que la imposibilidad de emitir moneda si no se contaba con reservas marginales por igual valor hizo elevar considerablemente la deuda externa.

En cuanto al llamado corralito, este ocurrió en diciembre de 2001, es decir, a diez años de haber entrado en vigencia la Ley de Convertibilidad, y fue la más drástica restricción a la libre disposición de saldos en cuentas corrientes y de ahorro. Su supuesto fin era el de procurar el mayor uso de los medios de pago electrónicos y, de contera, estimular a la población en el mayor uso del sistema bancario. En verdad, lo que se quiso fue reducir la evasión de impuestos que había provocado la reciente reforma tributaria e impedir la salida masiva de dineros del sistema bancario, dado el riesgo existente de que se generara un pánico financiero ante la decisión del Gobierno nacional de entrar en cesación de pagos dado su elevado déficit fiscal.

Conocidas estas frustrantes consecuencias que provocaron las políticas lideradas por Felipe Cavallo a través de la Ley de Convertibilidad y de la restricción bancaria o corralito, el gobierno de Santos debería mirar hacia otras latitudes, aunque seria más apropiado hacerle tal recomendación a nuestro pueblo, pues en últimas es él el que debe buscar como constituyente primario cuáles son las alternativas que más le convienen. Entre ellas descuella con singular importancia el Polo Democrático Alternativo.

lunes, 12 de septiembre de 2011

UN POLO SIN GARANTÍAS

Por Rodrigo López Oviedo

Tal parece que a quienes desde el Polo Democrático Alternativo queremos presentar nuestras candidaturas en la campaña electoral en curso se nos quiere vulnerar ese derecho. De tal grado son los atropellos que venimos sufriendo en la poca propaganda que hemos podido financiar con nuestros escasos recursos.

Lo peor es que ha sido la propia Oficina de Espacio Público la protagonista de algunos de esos hechos. Así ocurrió, por ejemplo, con uno de los pasacalles del suscrito, de escasos tres metros de largo, que había sido colocado al frente de la Avenida del Ferrocarril con Calle 27, sin que tal elemento atravesara la avenida ni tampoco la calle, es decir, con plena observancia de las normas expedidas por la propia Administración Municipal. Por toda justificación, el jefe de la Oficina de Espacio Público argumentó que esta propaganda se hizo bajar porque producía contaminación visual. Lo curioso es que a solo ocho metros de donde estaba hay dos vallas de los candidatos Ferro y Caicedo, estas sí gigantescas, que no fueron tocadas. ¿Será que el funcionario de marras está soterradamente comprometido con tales candidaturas?

Igual cosa ocurrió con un pasacalle ubicado a la entrada del barrio Los Mártires, que en dos ocasiones ha tenido que ser reinstalado en su sitio, y con otro en el barrio El Jardín, el cual desapareció. Aunque ya en estos dos casos no está clara la autoría criminal del hecho, si hay indicios que pueden comprometer en el segundo al presidente comunal de El Jardín por las manifestaciones que hizo al momento de la instalación.

Y si los pasacalles a mi nombre han corrido tal suerte, igual los del también candidato polista Ramiro Gálvez. Tal parece que a nosotros quisiera aplicársenos la Operación Halloween, pero a la inversa, ya que si con ella se pretende sacar del escenario a la oposición a través de multimillonarias sumas inyectadas a las campañas oficialistas, en nuestro caso se busca eliminarnos mediante el encarecimiento de las nuestras.

Mención especial merece el caso de nuestro también candidato William Bonilla, a quien, según lo denunció él personalmente en reciente reunión que tuvimos con el Secretario de Gobierno del Municipio y altas autoridades del Ejército y la Policía, se le ha obstaculizado en su campaña, llegándose incluso al lanzamiento de proyectiles de bala contra su residencia.

El Polo reclama el mismo tratamiento que se merecen todos los candidatos. Lo contrario nos obligaría a sacar nuestras quejas del espacio inútil de las oficinas del Municipio hacia otras instancias en las que quizá se vean estos atropellos como parte de un coordinado plan para dejar sin opción electoral a la oposición.



lunes, 5 de septiembre de 2011

¿OPOSICIÓN?

Por Rodrigo López Oviedo

Con el más extremo descaro, se ha querido confundir a los colombianos con la falsa idea de que entre el presidente Santos y su antecesor existe un desencuentro de criterios acerca del manejo del Estado que hace de este un opositor de aquel.

Lo más curioso es que quienes pretenden hacernos creer que existe esa tan falsa oposición no se percatan, o pretenden no percatarse para que el engaño les funcione mejor, de que al momento de las definiciones, estos aparentes opuestos, a través de sus representantes en el Congreso, levantan la misma papeleta, aprobando o negando al unísono las iniciativas que el Ejecutivo les presenta a su consideración. Tanto unos como otros, que ahora con el respaldo de los verdes han conformado una auténtica aplanadora congresual del 93 por ciento contra los intereses populares, coinciden en la misma agenda neoliberal, que es privatizadora en esencia, abierta a las transnacionales, complaciente con los poderosos grupos económicos, mezquina en el gasto social, centralista en el manejo de los recursos, usurpadora de las potestades regionales, desapacible con los campesinos que reclaman una reforma agraria integral, cercenadora de la independencia de los poderes públicos y enemiga de la paz.

Con coincidencias tan marcadas, ¿podríamos decir que hay oposición entre ellos? Pues no, ya que las diferencias que los separan no van más allá de las características propias del talante de cada personaje y que, para el caso, escasamente se han manifestado en el manejo de las relaciones con nuestros vecinos, porque incluso coinciden en su postración a Estados Unidos. Desconocer esto no puede tener otro interés que el de pervertir el verdadero sentido del término oposición, ocultar en qué consiste realmente la verdadera oposición, cuál debe ser el contenido de sus programas para que se le pueda dar tan distintivo título, qué partido encarna la verdadera oposición y qué esperar de él como alternativa de poder.

En un régimen como el actual, la verdadera oposición es la que está al lado del pueblo, propende por su bienestar y progreso, rechaza todo cuanto pueda serle perjudicial y lucha por un nuevo orden en el cual el hombre, y no el capital, sea el centro de las preocupaciones estatales.

Dentro de los anteriores criterios, la única oposición real en Colombia es la que encarna el Polo Democrático Alternativo. Pese a sus vicisitudes, el Polo mantiene orgulloso su Ideario de Unidad, y lo ha traducido a programas que, para las elecciones en curso, se constituyen en auténticos compromisos de honor con los excluidos de siempre y en alternativa a los mentirosos discursos de los personeros del régimen, incluidos los que ahora se disfrazan de oposición.

lunes, 29 de agosto de 2011

RAZONES DE JUSTICIA

Por Rodrigo López Oviedo

Revisando el Estatuto Tributario de Ibagué, es fácil comprobar cómo a la tradicional injusticia que propicia el sistema capitalista, esa que se manifiesta en la explotación inmisericorde de unos pocos contra casi todos los demás, se suma otra originada en el Estado, y que se expresa en la manera como utiliza los recursos que capta, pero también en la manera de captarlos.

Con respecto a las injusticias derivadas de la estructura capitalista y de la aplicación de los recursos del Estado, no creo que haya dudas; y si alguien las tuviera, bien podría disiparlas observando cómo se alargan las distancias entre ricos y pobres y cómo las decisiones gubernamentales privilegian a aquellos, hasta llegar a extremos punibles, como ocurrió con Agro Ingreso Seguro.

Las injusticias derivadas del origen de los recursos tributarios son las que podrían resultar menos claras, sobre todo tomando en cuenta que estos deben recaudarse bajo claros principios de equidad y progresividad. Según el primero, las desigualdades en la escala social deben reflejarse en las tarifas, de tal manera que estas sean iguales para iguales y desiguales para los desiguales. Por su parte, según el principio de la progresividad, los gravámenes deben verse afectados por los mayores niveles de renta y patrimonio, de tal manera que mientras más altos sean estos, mayor sea la tarifa.

El problema es que tales principios no se observan. Según nuestras normas del Impuesto Predial, una vivienda de estrato uno, avaluada catastralmente en cuatro millones 600 mil pesos, está sometida a un impuesto del 7.5 por mil, mientras que otra de 230 millones 750 mil pesos o más, de estrato cinco o seis, paga una tarifa del 10,5 por mil. Es decir, que al humilde vecino de tugurio se le cobra prácticamente igual tarifa que al distinguido ciudadano del Vergel, con el agravante de que a este puede resultarle indiferente cualquier valor a pagar, mientras que al del tugurio le significará el aplazamiento de la satisfacción de alguna necesidad básica o una onerosa deuda, mientras llega el nuevo año con otra angustia de igual origen.

Lo mismo pasa con el Impuesto de Industria y Comercio. No es posible que al tendero de la esquina se le cobre el mismo tres por mil que pagan los señores de Éxito, Carrefour, Makro y similares. Esto debe corregirse, pero para ello necesitamos un Concejo municipal comprometido con el pueblo y una ciudadanía organizada y actuante, que trabajen en alianza con un alcalde que, como Alberto Bejarano, está dispuesto a romper con una fastidiosa y larga historia de mandatarios sumisos a los dictados de los mandamases de siempre. ¡Con el Polo podemos lograrlo!

lunes, 22 de agosto de 2011

AGENDA QUE COMPROMETE

Por Rodrigo López Oviedo

La Coordinación de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia, Comosocol, sigue su marcha. Como lo hemos venido reseñando, esta entidad fue conformada con el fin de superar el fraccionamiento de las luchas sociales y conducirlas por derroteros compartidos. La extendida agenda que aprobaron se ha venido cumpliendo rigurosamente, como lo demostró la movilización del 14 de julio en rechazo a la venta de la ETB, la cual trajo como resultado que, ocho días después, el Concejo Distrital echara atrás tan negativa medida.

Y si fue significativa la movilización bogotana, resultó descomunal la segunda tarea de la agenda: el Encuentro Nacional de Comunidades Campesinas, Indígenas y Afrodescendientes por la Tierra y la Paz, celebrado en Barrancabermeja del 12 al 15 de agosto, con los esfuerzos organizativos de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra.

Este Encuentro, al que acudieron 20 mil colombianos, se caracterizó por la denuncia persistente ante los problemas del agro, luego de años y años de oídos sordos a los clamores de los campesinos, sobre todo los relacionados con la paz. De ahí que el lema del Encuentro haya sido “El diálogo es la ruta” y que hayan sido recurrentes los llamados al Gobierno a poner sobre la cerradura social la llave de la paz, en lugar de dejar que se refunda en los cuarteles.

Del pronunciamiento final, hermosamente titulado Manifiesto por la Tierra y la Paz, resaltemos el respaldo que en él se da al proyecto de Reforma Agraria Integral que elaboró la Mesa de Unidad Agraria, la preocupación por el futuro del planeta y por la democracia y el rechazo a un modelo económico que favorece a los grupos económicos, acentúa los conflictos por la tierra y estimula nuevos procesos de expropiación y desplazamiento a través de normatividades como el proyecto de Ley General de Tierras y de Desarrollo Rural, el Plan Nacional de desarrollo y la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras.

En el campo de la paz, el Manifiesto es enfático en cuestionar la solución militar y en invocar la concreción “de una ruta de la paz”, orientada a conformar un movimiento nacional con apoyo internacional, que cuente “con el mandato expreso de promover la construcción de la paz con justicia social y la solución política al conflicto social y armado”.

En síntesis, la Comosocol sigue su marcha conforme a lo indicado en la agenda aprobada, en la cual hay grandes coincidencias con el Ideario de Unidad del Polo Democrático Alternativo. A quienes somos sus candidatos nos corresponde, entonces, contribuir a su eficaz desarrollo y comprometernos a seguir por el mismo camino desde las posiciones que logremos conquistar.

lunes, 15 de agosto de 2011

CAMPAÑAS Y PROGRAMAS

Por Rodrigo López Oviedo

Terminó el plazo para la inscripción de los candidatos a las dignidades que estarán en juego el 30 de octubre y comienza el agite de quiénes estarán reclamando el respaldo a unas propuestas que, además de sus innegables intereses de clase, generalmente cuentan con una buena carga de demagogia.

En esto último nos diferenciaremos quienes ostentamos candidaturas a nombre del Polo Democrático Alternativo. Antes que caer en los tradicionales discursos promeseros, seremos reiterativos en nuestro compromiso con las víctimas de toda una vida de explotación capitalista y de más de 20 años de aplicación del fracasado modelo neoliberal, los cuales, sistema y modelo, deben reemplazarse por una alternativa que fije en el hombre el centro de las preocupaciones estatales. Es el compromiso con quienes sufren de trabajo mal pago, cuando no de desempleo, y que requieren de centros de salud, guarderías, escuelas públicas, servicios públicos eficientes y subsidiados, restaurantes escolares y comunitarios, tarifas de transporte diferenciales para estudiantes, centros asistenciales para la tercera edad, bibliotecas y centros deportivos y culturales.

Las posiciones que alcancemos en estas elecciones deben aprovecharse para movilizar a la ciudadanía en procura de presupuestos en los que el gasto social esté por encima de cualquier otra consideración. Por supuesto que esto solo será posible si convertimos nuestras curules en escenarios desde los que se aliente la resistencia social ante los atentados de las castas oligárquicas contra nuestro pueblo y, en general, contra la paz y la tranquilidad ciudadanas.

La campaña del Polo está orientada también a elevar la conciencia ciudadana sobre las graves inequidades en el campo de los impuestos, tanto el predial (cuyas tarifas deben modificarse en favor de los estratos uno, dos y tres) como el de industria y comercio, que obliga al tendero de la esquina a pagar la misma tarifa de Éxito, Carrefour, Macro o Home Center. Además, a concientizar sobre los negativos efectos que vendrán a consecuencia del recorte de las regalías y las transferencias, así como de la aplicación del principio de sostenibilidad fiscal.

Necesitamos evaluar cuántos productos de la región dejarán de exportarse a consecuencia de los tratados de Libre Comercio, cuántos puestos de trabajo se perderán por la misma causa y cuán conveniente y posible puede resultar un acuerdo con los líderes del sector real de la economía para contrarrestar estos nocivos efectos.

Del calado anterior es nuestro compromiso en el Polo: Un compromiso de honor con las gentes más necesitadas, sin olvidar, eso sí, que el Machín está haciendo ruido en el vecindario y que hay que unir a todo el Tolima en la decisión de enfrentar a los nuevos cortejantes de la Colosa.

jueves, 11 de agosto de 2011

ESCÁNDALOS QUE NO TERMINAN

Por Rodrigo López Oviedo

Con el llamado de la fiscalía a investigar a los hijos de Uribe, resulta útil recordar que los más encendidos discursos del expresidente, en su primera campaña presidencial, estuvieron relacionados con las guerrillas, la politiquería y la corrupción. Tanto fue el compromiso que manifestó tener en la solución de estos problemas que la casta oligárquica -cansada de ver el acoso a que eran sometidas las fuerzas del orden por unas guerrillas que pasaban por su mejor momento, fastidiada por el infame saqueo a que estaba sometido el erario y perpleja ante la rapacería que se había tendido sobre la nómina oficial- formó causa común con el nuevo timonel en procura de ponerle fin a estos problemas.

¡Qué vergueza! Hoy, luego de sus ocho años de desgobierno, bien sabemos los resultados. Recordemos, sin embargo, que la necesidad de erradicar la corrupción fue una de las banderas que con más fuerza invocó el mismo personaje en su defensa al referendo de los 18 puntos. Tan enfáticas fueron sus palabras que ese fue el único punto que alcanzó a ser aprobado. Sin embargo, lo qué vino después fue la demostración de que no era tanto el compromiso contra ese flagelo, como pudo comprobarse a través de los escándalos con los teodolindos y la yidispolítica, los falsos positivos, las chuzadas, las EPS, la Dirección Nacional de Estupefacientes, el Fosyga, Fondelibertad, Agro Ingreso Seguro, el Das, la Dian y paremos de contar.

Y en cuanto a lo que ahora se denomina su primer anillo de seguridad, en calzas prietas se han visto varios de sus ministros, su secretario privado, altos funcionarios de la DIAN, directores del Das y también paremos de contar con el fin de dejar un mínimo espacio para almenos recordar que a Tomasito y Jerónimo, los hijos muy amados, y muy responsables, y muy emprendedores, del señor expresidente, hoy los vemos con una cartica de recomendación muy especial, por medio de la cual la Fiscalía solicita la apertura de una investigación contra ellos por coincidir en amistades con su padre.

Parece que le llegó el momento a ese padre amantísimo, y muy responsable, de dar la cara por sus hijos y confesar ante las autoridades que toda la culpa es suya y no de ellos, pues si han hecho lo que se les pretende cobrar, ha sido por el ejemplo que de él han recibido.

***
Coletilla: Ayer terminamos de inscribirnos como candidatos del Polo Democrático Alternativo a las diversas corporaciones y dignidades quienes aún no habíamos cumplido ese ritual. De esta manera quedó completo el abanico en 32 municipios, pero ya habrá tiempo para referirnos al tema.



jueves, 28 de julio de 2011

AURELIO SUÁREZ MONTOYA

Por Rodrigo López Oviedo

La decisión del Polo Democrático Alternativo de entregarle a Aurelio Suárez Montoya la candidatura a la Alcaldía de Bogotá ha sido recibida con notable alegría por los millares de colombianos que reconocen en este destacado dirigente una prenda de garantía de que sus luchas, las de los colombianos, van a contar con el más entusiasta animador, ahora desde el propio Palacio del Liévano.

Los grandes medios pretenden presentar a Aurelio Suárez Montoya como un ilustre desconocido. Lo que realmente quieren ocultar tras esas palabras es la preocupación que les asiste ante esta candidatura, pues bien saben que, llegado el momento de los debates, quienes hoy son sus oponentes se verán en calzas prietas para superar su capacidad de argumentación, fruto de años de estudio de los problemas de Bogotá y de los bogotanos, pero no solo porque los ha estudiado como académico que es, sino porque los ha palpado en la diaria convivencia con sus habitantes.

Aurelio Suárez nació en Bogotá para la lucha social y en la lucha social se ha mantenido siempre. En ella se ha destacado y por ella ha merecido el reconocimiento de muchos sectores sociales, a los cuales ha llegado con su ciencia clara y su orientación precisa, bien como dirigente del Moir, bien como directivo de Salvación Agropecuaria, bien como animador de organizaciones sindicales, o bien como miembro de organismos gremiales, ante los cuales también se ha presentado con su palabra disuasiva, cuando ha sido del caso, o su ánimo conciliador, si tal cosa es lo que han aconsejado las conveniencias de los trabajadores.

La condición de estudioso de Aurelio Suárez Montoya, además de habersele reconocido en la academia y por la decena de libros que ha publicado sobre diversos temas sociales y políticos, se ha hecho sentir también en el periodismo, incluido El Nuevo Día, en el cual ha dejado conocer su aguda visión sobre el acontecer político nacional, su crítica acerva a las vacilaciones de quienes deberían ser ejemplo de firmeza y su indoblegable compromiso con la causa de los humildes.

Con el aterrizaje de los últimos conversos en las filas de la Unidad Nacional, inmensas son las posibilidades que tiene el Polo de demostrar que Aurelio Suárez Montoya es la única opción que les queda a las grandes mayorías, que se vienen beneficiando de los programas sociales que se desarrollan desde la Alcaldía de Bogotá. A impedir que tales programas sean echados al suelo por los candidatos del establecimiento se dedicará el Polo Democrático Alternativo en esta campaña, y al frente de ella estará el mejor candidato que podemos tener los colombianos para nuestra capital: Aurelio Suárez Montoya.

domingo, 24 de julio de 2011

DATOS Y MENTIRAS

Por Rodrigo López Oviedo

Refiriéndose a la información que suministra el DANE sobre los índices de precios al consumidor, el colombiano del común suele preguntarse: ¿Y el Gobierno dónde merca? Tal pregunta es una manifestación de la incredulidad que le producen unas cifras que, de ser ciertas, tendrían a la población viviendo en unas condiciones por lo menos iguales a las de antaño, cuando el solo esfuerzo del padre era suficiente para sostenerse y sostener, así fuera con estrecheces, todo su núcleo familiar, por lo general numeroso. Hoy, los hijos ya no son muchos y, no obstante, las privaciones siguen siendo tantas que para superarlas se hace necesario el esfuerzo compartido de varios miembros de la familia.

Así pues, la gente se siente engañada, y con razón, por unos datos que, antes que reflejar la desigual relación existente entre el salario y la canasta del mercado, solo sirven para darle brillo a una gestión de gobierno que, en lugar de defender los intereses de los asalariados, que son los más débiles en la estructura social, defiende los del gran capital.

Algunas veces he recibido críticas por este tipo de comentarios. Quienes las formulan quisieran hacerme sentir pasajero del Siglo XIX, cuando las ideas del socialismo comenzaban a calar en la conciencia social. Por ese entonces, los trabajadores hablaban en voz alta y tono claro de lucha de clases, de burguesía y proletariado, de régimen burgués y de socialismo, y los críticos de hoy quisieran hacerme creer superada por la historia esa terminología. No comprenden que a cada paso la confirman los propios burgueses con sus desaforadas ancias de ganancia. En estos días, por ejemplo, los monopolios de las gaseosas decidieron aumentar desmesuradamente el precio de tan importante líquido. Los litrones, por ejemplo, pasaron de vale mil quinientos pesos a mil ochocientos y las bolsas de agua de cinco litros de mil seiscientos a dos mil. El DANE seguramente pasará por alto estas alzas del 20 y el 25 por ciento, respectivamente, y de parecido tamaño en otros casos, mientras sigue limpiando la imagen del Estado burgués para el cual trabaja. Y mientras tanto, preguntémonos: ¿las alzas salariales hechas a los trabajadores de estos monopolios de cuánto fueron?

Una de mis esperanzas es la de que llegue el día en que la sola intensión de informar con mentiras a la opinión pública sobre temas del Estado produzca en el funcionario que lo haga las correspondientes sanciones. Por ahora, sería bueno saber si alguna instancia del Gobierno conoció y avaló las alzas aquí comentadas, o si estas ocurrieron de facto y en contraprestación a los desembolsos hechos a favor de alguna campaña electoral.

domingo, 17 de julio de 2011

COMO PAN DE CADA DÍA

Por Rodrigo López Oviedo

En los dos últimos comentarios hice algunas referencias tangenciales a los avances organizativos que se han alcanzado como efecto de las movilizaciones populares de los últimos meses y, más concretamente, al nacimiento de la Coordinación de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia, Comosocol.

El pasado 28 de junio, la propia Comosocol dio una muestra clara de la solidez de ese proceso al lograr reunir a delegados de 58 organizaciones sociales y políticas de carácter nacional, entre las cuales estaban el Polo Democrático Alternativo, la CUT, las organizaciones de pensionados, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado y el Movimiento Nacional por la Defensa de la Salud, entre muchas otras, lo mismo que representantes de los movimientos que se destacaron en la organización de movilizaciones tan importantes como la Minga Indígena, la Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos.

Sin embargo, no es el aspecto meramente cuantitativo el que nos llena de satisfacción. Con ser tan significativo ese solo aspecto, nos satisface aún más la cualificación que los asistentes al evento dejaron traslucir a través de las tareas que aprobaron y del grado de compromiso que asumieron para garantizar su realización.

La agenda acordada está inspirada en la idea de salir al rescate del patrimonio público. De allí que la primera gran movilización se haya realizado exitosamente el pasado 14 de julio, en Bogotá, en rechazo a la pretendida venta de la ETB; del 12 al 15 de agosto tendremos en Barrancabermeja el encuentro nacional de comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes y, a finales del mismo mes, el encuentro nacional de organizaciones por la defensa de la salud.

Paralelamente, y hasta el 30 de octubre, se efectuará la consulta nacional por un nuevo modelo de seguridad social; del 29 al 30 septiembre, el Congreso Nacional de Territorios y soberanías y el 12 de octubre se participará en la Jornada Mundial contra el Capitalismo.

A lo anterior se suman las movilizaciones por la defensa de la educación pública, la Jornada Nacional por la Paz y la Soberanía y contra el Plan Nacional de Desarrollo, al igual que la Jornada por la defensa de los derechos humanos.

Debemos prepararnos, entonces, para ver en este segundo semestre a un pueblo en ebullición, cada vez más percatado de que en la organización está el primer peldaño hacia la conquista de sus deseos y en la movilización la garantía de que ellos se materialicen. Será una ebullición que educará con las luchas que vendrán como pan de cada día y de las cuales es posible esperar que desemboquen en un gran paro cívico nacional. Así están las cosas.

domingo, 10 de julio de 2011

CARTA CONSTITUCIONAL Y PODER POLÍTICO

Por Rodrigo López Oviedo

Casi todas las doctrinas políticas coinciden en la tesis de que sin suficiente poder político resultan irrelevantes los avances normativos que se logren a favor de quienes carezcan de él. La mayor prueba la ofrecen los últimos años de historia colombiana y, más concretamente, los transcurridos bajo la vigencia de la Constitución de 1991.

Esta Constitución nació de una coyuntura en la que parecían existir importantes entendimientos entre el establecimiento y buen número de fuerzas sociales para reemplazar la Carta de entonces por otra que, por ejemplo, les pusiera coto a instituciones que eran un insulto a la democracia, como la del estado de sitio, o que impedían que al pueblo le tocara al menos una pisca de participación en las riquezas de la nación y en el manejo de las cosas del Estado.

Con la nueva Constitución afloraron muchas esperanzas. No era para menos. La carta de derechos allí contenida se nos ofrecía como un suculento banquete. Y para garantizar su disfrute, instituciones como la tutela resultaban expeditas. Desafortunadamente, con la desmovilización de las fuerzas insurgentes que participaron en su redacción, nuestras castas oligárquicas desmovilizaron también esos entendimientos, y lo que vino después fue el desmonte paulatino de lo que era bueno para el pueblo, mientras se intensificaba el aprovechamiento de la normas que a ellas les eran favorables.

A ese oscuro desenlace contribuyó, primero, la debilidad de nuestras organizaciones sindicales, las cuales, por ese entonces, no afiliaban ni siquiera al diez por ciento de la masa laboral, y, segundo, la intensificación de la actividad criminal que desataron las fuerzas de la institucionalidad, del narcotráfico y de la patronal con el fin de decapitar al movimiento popular.

Por fortuna, hoy se insinúan cambios que avizoran el retorno de las esperanzas. Los deseos oligárquicos de que Estados Unidos les apruebe el TLC pueden abrir inmensas posibilidades para el desarrollo de las fuerzas sindicales. Con el nacimiento de la Coordinadora de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia -Comosocol-, surgida al calor de las vigorosas movilizaciones de los últimos meses, se espera que se haya dado vida a un escenario de unidad de tal tipo de organizaciones y a una jalonadora de nuevas reivindicaciones. Y en cuanto a la organización política, el Polo Democrático Alternativo ha venido convirtiéndose en una destacada escuela en la que no solo estamos aprendiendo a hacer oposición y a construir futuro, sino también a aprovechar a los líderes que el presente ofrece y a desechar a los que se vayan convirtiendo en estorbo. Es decir, si no tenemos poder político, necesitamos construirlo. Y en ese camino lo que nos sobra es esperanzas.

lunes, 4 de julio de 2011

UN BALANCE PROMISORIO

Por Rodrigo López Oviedo

Al primer semestre de 2011 lo caracterizó el despertar del aparente letargo en que nos encontrábamos los colombianos, luego de la sufrida domesticación a que fuimos sometidos por el presidente del poncho y el perrero con la complicidad de los grandes medios.

Movilizaciones como la Minga Indígena, la Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos impartieron gran influjo para que importantes sectores realizaran, en esta primera mitad del año, trascendentales jornadas, como las de los trabajadores de la educación y la salud, las tomas de las capitales el 7 de abril, la entusiasta celebración del Primero de Mayo y las multitudinarias movilizaciones contra las explotaciones mineras de Santurban y La Colosa. Todas ellas evidenciaron la ebullición de la conciencia de un pueblo que ha querido expresar su inconformidad ante los manejos dados a los problemas sociales, pero que se ha visto impedido para hacerlo, bien por la intimidación patronal que le amenaza en sus empleos, bien por la mano criminal que cercena la vida de sus dirigentes, o bien por la actividad, no menos criminal, de unos medios que procuran disuadirlo de lo que le conviene o convencerlo de lo que solo es útil a las castas que lo oprimen.

Todas las anteriores expresiones de reacción popular han sido como un querer ponerles de presente a los señores del establecimiento las muchas cosas que están por venir si de su agenda no borran los nefastos planes de gobierno, a través de los cuales dejan al pueblo sin salud ni educación, sin techo ni agua potable, sin soberanía ni medio ambiente sano, en fin, sin posibilidades de acceder a todas aquellas políticas que se hacen indispensables para elevar a niveles dignos las actuales condiciones de vida.

Pero no han sido solo reacciones de momento. También han venido acompañadas de importantes iniciativas organizativas, como las que se concretaron en la creación de la Coordinadora de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia, Comosocol, a través de la cual se busca trascender las exigencias reivindicativas sectoriales y proyectar al movimiento popular hacia acciones con consecuencias de conjunto. Lo que esperamos de la Comosocol es que se convierta en el más importante escenario de unidad de las organizaciones populares y en el jalonador de impactantes luchas que permitan recuperar lo perdido en más de 20 años de vigencia neoliberal y marchar hacia conquistas que mejoren la calidad de vida de todos los colombianos.

En estos compromisos debe estar presente el Polo; pero no solo como un compromiso personal de sus cuadros más destacados, sino también de la organización partidaria como un todo. Lo contrario la haría ver con colores meramente electoreros.



sábado, 25 de junio de 2011

INTERESANTE, PERO

Por Rodrigo López Oviedo

Gustavo Petro ha sido un hombre especial. En los recuentos que eventualmente ha hecho de su valiosa existencia, se ha preocupado por presentarse como reacio al uso de las armas, aunque reconoce que participó por cuenta del M-19 en las conversaciones que llevaron a esta organización a firmar los acuerdos de paz que convirtieron a algunos de sus hombres, incluido él, en protagonistas de la política nacional.

Dueño de una envidiable inteligencia, ha logrado sobresalientes desempeños en cuanta actividad ha tenido que participar. Así lo reconocen quienes lo han visto actuar, por ejemplo, en el Congreso, en la plaza pública y como candidato presidencial, escenarios de los cuales siempre ha salido airoso, como también de los duelos verbales que ha sostenido con prestantes personalidades del país, entre las cuales se destacan sus contrincantes de la pasada campaña.

Lamentablemente, Petro tiene un problema de comprensión matemática. Ha dado en la flor de sumar los dos millones y medio de votos que obtuvo en la primera vuelta de la pasada justa presidencial a los tres millones y medio que en la segunda sacó Antanas Mockus. De acuerdo con esa singular operación, que es tanto como si sumara los puntajes que obtuvo en un campeonato a los logrados por otro en otro, una alianza de ellos dos tendría asegurados seis millones de votos, lo que haría imbatible su candidatura, o la de Antanas, a la Alcaldía de Bogotá.

Tan convencido está de las anteriores cuentas que las hizo públicas en la última entrevista que le concedió a Semana.com. Olvidó, eso sí, depurarlas con algunas restas indispensables: las correspondientes a los votos de Garzón, Fajardo y Peñalosa, que ahora no marchan con Antanas, así como los de tantos polistas que votamos por él porque también él era del Polo, y los de muchos otros que sin serlo lo acompañaron con la ilusión de que con él se le pondría fin al impúdico mangoneo que hacen del poder las castas oligárquicas.

En sus análisis, Petro debería tomar en cuenta otros aspectos de elemental política. Por ejemplo, que los electorados no son endosables; que el elector vota de acuerdo con unas circunstancias que, por cambiantes, hacen también cambiantes sus preferencias electorales. Y que si bien con Antanas podría configurar una alianza interesante, esta no pasaría de ser una alianza electorera, excluyente y alejada del Ideario de Unidad que él mismo contribuyó a forjar en el Polo. Cuando dé muestras de estos entendimientos y actúe en consonancia, podrá recuperar el ascendiente que tuvo en el corazón de quienes ansiamos la conformación de un gran frente que reconstruya al país en beneficio de los más necesitados.

domingo, 19 de junio de 2011

EL POLO Y LA PAZ

Por Rodrigo López Oviedo

No parece haber mucha consistencia entre la aseveración del presidente Santos de tener en sus manos la llave de la paz -lo que haría presumir que también tiene intensiones de alcanzar tan anhelado bien- y sus actos de gobierno. Por el contrario, quienes quisiéramos ver materializadas en hechos tales intensiones nos encontramos cada día con evidencias que las desvirtúan.

Sus iniciativas ante el Congreso son el mejor ejemplo de lo dicho. Con ellas podría ir creando condiciones para satisfacer el reclamo de justicia social que demandan los alzados en armas como prerrequisito para firmar la paz, pero, por el contrario, las utiliza para acentuar el régimen de inequidad y exclusión que golpea a las mayorías. Así lo demuestran su acto legislativo de sostenibilidad fiscal, su Plan Nacional de Desarrollo, su preocupación por centralizar las regalías y su proyecto de reestructurar la educación superior, entre otras iniciativas.

Las guerrillas, por el contrario, han venido sosteniendo que quieren conversar sobre la paz; pero no la paz de los sepulcros, sino la paz con justicia social; y no solo para hoy, sino con plenas garantías de cambios que garanticen el no retorno a las condiciones que las vieron nacer. Y aunque algunos han querido hacer ver en tales declaraciones la prueba de los cantos de victoria que exitosamente logró gravar el presidente del perrero en las entendederas de muchos colombianos, Juan Manuel Santos debería aprovechar esa sumatoria de declaraciones y victorias y darle curso al clamor de tantos colombianos que se pronuncian por la formalización inmediata de un proceso de paz.

Lamentablemente, le rehúye como el ratón al gato a ese proceso, pues tiene detrás al sector oligárquico que se ha enriquecido con la industria de la guerra y que bien sabe que un proceso de paz sería nuevamente aprovechado por la insurgencia para descorrer el velo que oculta las exageradas tasas de ganancia de los sectores financieros, la exclusión de toda representación política de los sectores populares, el arrinconamiento de los campesinos e indígenas por narcoparamilitares , terratenientes e impulsores de los megaproyectos agroindustriales y mineros y la aplicación de políticas neoliberales que privan a los colombianos de sus derechos, dejan a la sociedad sin participación en los bienes que deberían ser públicos y a Colombia convertida en país donde las trasnacionales hacen su agosto.

Al movimiento popular le corresponde liberar al Presidente de esa nefasta influencia y ponerlo a tono con su discurso de posesión. Para ello requiere fortalecer un partido que, como el Polo, esté dispuesto a orientarlo hacia tal fin y, por ahora, a combinar las tareas electorales con la lucha por la paz.



lunes, 13 de junio de 2011

PARA RECUPERAR EL RESPETO

Por Rodrigo López Oviedo

Los sincronizados ataques que sufrió la plataforma informática de la Registraduría Nacional a manos del Ejército, la Policía y el DAS deberían suscitar algunos interrogantes:

PRIMERO: ¿Si el DAS, el Ejército y la Policía son organismos políticamente no deliverantes, qué interés especial podían tener en los resultados de las elecciones que dieron origen al ataque para querer afectarlos con tan repudiable actuación?

SEGUNDO ¿Qué interés podían tener en la suerte de un Registrador al que solo le asistía el pecado de haber señalado públicamente la imposibilidad de la Registraduría de atender a corto plazo una consulta en la que estaba comprometido un tercer mandato del presidente de la República de entonces?

TERCERO ¿De quién recibieron instrucción para realizar tan criminal atentado a la democracia que ellos mismos deberían estar prestos a defender? ¿Quién los coordinó y a quién habrían beneficiado con tan extraño proceder si hubieran logrado coronar los propósitos del avieso plan?

Como para un buen entendedor que quiera entender con pocas palabras basta, simplemente reforcemos las anteriores inquietudes con unas pocas más, en este caso relacionadas con el caso del ex director del DAS Miguel Masa Márquez. ¿Será que a este General, por fortuna en uso de buen retiro, se le torció el corazón en los días que antecedieron al atentado que le quitó la vida a Luis Carlos Galán, o siempre lo tendría dispuesto a responder con las artes que fueran del caso, incluidas las malas, a los llamados de esa clase oligárquica, no importa que su salario proviniera del presupuesto público? ¿Será que su abyección lo llevó incluso a defender a esas oligarquías de los peligros en que pudieran verse sus entronques con las mafias, en ese entonces representadas en Pablo Escobar? ¿Andaría solo el General en ese plan?

Las anteriores reflexiones deberían hacerse en los cuarteles. Ningún país que quiera merecer el respeto del mundo puede permitir que sus organismos de seguridad sean utilizados para acciones criminales. Ejemplos como los mencionados, agravados con desapariciones forzadas, ejecuciones fuera de combate, contubernios con criminales y demás manifestaciones por el estilo deben proscribirse tajantemente y dar lugar al castigo de sus autores materiales y de quienes dan la orden. Pero, más importante que de estos, de quienes se amparan en su poder económico y político para trazar las políticas y ponerlas en curso. No asumir esta reflexión podría llevar a las fuerzas del orden a un nuevo protagonismo, tanto por acción como por omisión, en genocidios como el que se perpetró contra la Unión Patriótica, y que hoy continúa en el asesinato selectivo de sindicalistas, defensores de derechos humanos, periodistas y democrátas en general.

lunes, 6 de junio de 2011

UNA INMENSA ALEGRÍA QUE PUDO SER MAYOR

Por Rodrigo López Oviedo

Para los ciudadanos que desfilamos contra AngloGold Ashanti fue tanta y tan perdurable la alegría que nos produjo el descubrir que somos miles y miles los que no queremos que se explote la mina La Colosa que hoy, cuatro días después, todavía nos sentimos inundados de esa felicidad, así como del placer de saber que lo que debe hacerse se está haciendo como debe ser y produciendo tan excelentes resultados.

El éxito de la jornada tiene su paternidad circunscrita a unas cuantas organizaciones de ambientalistas que han entendido el grave peligro que, con la explotación de la mina, se originaría en las montañas del Tolima y se cerniría sobre una basta zona del territorio nacional, y que, entendiéndolo así, asumieron la gran tarea de desafiar al coloso de la indiferencia y convertirlo en el maravilloso torrente humano que todos vimos en las calles el pasado jueves.

Pero debemos señalar críticamente que esa alegría bien habría podido ser mayor si a los organizadores se les hubieran sumado otras fuerzas. Imaginemos, por ejemplo lo que habría sucedido de haber estado presentes en la preparación las organizaciones sindicales, magisteriales, de la salud, y comunales. El no haber estado presentes habla de la necesidad que tiene el movimiento popular de una organización política que sea capaz de coordinar todas las vertientes sociales y ponerlas a marchar al unísono en eventos como el que se comenta. Esta es una crítica que le cabe al Polo Democrático Alternativo, pues si bien sus militantes más destacados cumplen un importante papel en las organizaciones de masas, el partido como tal parece limitado a las tareas electorales.

Y así como el desfile sirvió para mostrar el alto nivel de conciencia que se ha alcanzado en torno a la mina de La Colosa, esa fervorosa multitud que recorrió las calles también debe ser vista como un emplazamiento popular a las autoridades departamentales y municipales para que rompan todo vínculo con AngloGold Ashanti y su pretensión de explotar la mina.

A partir de este desfile, no tiene ninguna presentación que se sigan recibiendo limosnas de esa firma para financiar actividades culturales y deportivas que igual se realizaban cuando aún no habían pisado tierras del Tolima. Y tal vez por estar asida con mayor vigor al corazón de los tolimenses, la primera institución que debería renunciar a esas migajas es el Deportes Tolima. El señor Camargo debería entender que los afanes de lucro no pueden estar por encima de las conveniencias de la región.

Mil felicitaciones a los organizadores y hacemos votos sinceros para que puedan contar con respaldos más efectivos en sus próximos eventos.



lunes, 30 de mayo de 2011

MINERIA Y VIDA

Por Rodrigo López Oviedo

Uno de los grandes peligros que se ciernen sobre el Tolima, y desde nuestro territorio sobre los departamentos que son bañados por el río Magdalena, es el peligro representado por la explotación de la mina de oro la Colosa, en la reserva forestal de Cajamarca.

Cajamarca no solo es una importante despensa agrícola del país, sino también una generosa fuente hídrica del río Magdalena a través de su río Coello. Estas dos características las perdería el Municipio si deja que la Colosa entre en explotación, pues ello obligaría a remover las entrañas de la montaña a través de toneladas de explosivos y a usar miles de barriles de cianuro que, luego de ayudar en la separación del mineral de oro, quedarían expuestos a su vertimiento desde la mina a las cuencas de los ríos mencionados, poniendo en peligro el suministro de agua potable de Cajamarca, Guamo, Espinal, los distritos de riego del plan del Tolima y la actividad productiva de todos ellos.

Pero, además, su población campesina se vería sometida a un desplazamiento hacia la minería, actividad que nada tiene que ver con su idiosincrasia, y desde la cual tendría que regresar cuando la mina deje de darle empleo por agotamiento del mineral de oro y en la suya tampoco lo encuentre porque esa misma explotación habrá hecho desaparecer las tierras cultivables.

Y mientras se llega a tal situación, nuestra región estaría aportando un nuevo grado de arena al estado de inseguridad alimentaria del país y este podría ser objeto de sanciones comerciales internacionales por permitir que su actividad agrícola, acuífera y pecuaria se desarrolle en condiciones de contaminación inaceptables.

Estos son solo algunos de los muchos inconvenientes que podría traernos el que se le autorice a Anglo Gold Ashanti la explotación de la Colosa. Por eso, el pueblo tolimense debe decirle no a esa explotación y sí a la vida; no a la negligencia gubernamental y sí a un modelo de desarrollo sostenible; no a la depredación de la naturaleza y sí a la seguridad alimentaria; no a las multinacionales de la minería y sí a la soberanía del país.

Y para decirlo, debemos acompañar a todas las organizaciones de ambientalistas que se han unido para tal fin y que este viernes, tres de junio, a partir de las nueve de la mañana, desfilarán desde las instalaciones de Cortolima hasta el centro de la ciudad,.

La naturaleza es la base de la vida y, al defenderla, estamos defendiendo el derecho de las nuevas generaciones a vivir en un ambiente sano y propiciatorio de condiciones que les permitan superar las limitaciones que les estamos dejando de herencia.



lunes, 23 de mayo de 2011

SINDESENA, 40 AÑOS

Por Rodrigo López Oviedo

El pasado 18 de mayo cumplió sus primeros 40 años la organización sindical que ha sido pilar de oro en la defensa del SENA. Nos refirimos, por supuesto, a SINDESENA, su sindicato de empleados públicos.

El nacimiento de SINDESENA tuvo lugar en los tiempos en que el presidente Carlos Lleras Restrepo, llevado por esa pasión “democrática” y ese “amor a los trabajadores” que tantos elogios le merecieron en vida y proyectaron su memoria a la posteridad, resolvió dividir a los servidores del Estado entre trabajadores oficiales y empleados públicos y cercenarles a estos últimos el derecho a presentar pliegos de peticiones. De esta manera, el “eximio demócrata” hizo tábula raza del derecho a la contratación colectiva del grueso de estos trabajadores, al tiempo que pretrendió convertir en chorriaderos de babas sus organizaciones sindicales. En cierta forma, esta estrategia fue una de las primeras causas de la obstencible debilidad de las organizaciones sindicales estatales de hoy.

Con la manifiesta parcelación de los empleados en estos dos grupos y la pérdida de derechos que sobre uno de ellos se cernía, lo aconsejable para los trabajadores del SENA resultó ser responder con un combativo paro, y así se hizo. Dos meses en huelga fueron necesarios para que se expidiera por decreto el Estatuto de Personal y se evitara para los ahora denominados empleados públicos la pérdida de los derechos que antes tenían. Lo demás fue la creación, el 18 de mayo de 1971, del hoy conocido Sindicato de Empleados Públicos del SENA, SINDESENA.

Muchas son las luchas que SINDESENA ha librado para garantizarles a los colombianos la supervivencia del SENA, primera y única institución de formación profesional que haya sido fundada en Colombia por los trabajadores. Algunas de ellas están realacionadas con la defensa de las rentas parafiscales que le dan sustento y de la integralidad y gratuidad de la formación profesional que imparte. Pero es obligatorio indicar que sus mayores conquistas están en haber logrado la expedición de la primera Ley de Iniciativa Popular, la 119 de 1994, que le sirve de marco jurídico a la Entidad, y haber evitado la masacre laboral del 2004.

Hoy, cuando la bancada de la Unidad Nacional le acaba de entregar facultades extraordinarias al presidente Santos para que adelante una nueva masacre laboral escudándose en la necesaria reestructuración del Estado, SINDESENA continuará al frente de los intereses de sus afiliados y, en unidad con ellos, con los aprendices y los contratistas, procurará que esa reestructuración sea lo menos nefasta para todos. Esa será la mejor forma de refrendar las razones que tuvieron sus fundadores al constituir la organización y sus continuadores en mantenerla.

lunes, 16 de mayo de 2011

SOBRE LA CRISIS DEL POLO

Por Rodrigo López Oviedo

Dice la gran prensa que el Polo Democrático Alternativo está en crisis. El Polo Democrático Alternativo, con tan solo cinco años de fundación, está viviendo las vicisitudes propias de todo organismo en desarrollo, pero de ellas no puede deducirse que esté en crisis. Las últimas evidencias de no estarlo son contundentes. Aprovechando su influencia en las organizaciones sociales, quiso dar respuesta al nefasto Plan de Desarrollo y a la agenda legislativa del presidente Santos, y todos fuimos testigos de la forma como las masas concurrieron a las marchas del siete de abril, que se convocaron para tal fin. Aprovechando esa misma influencia, convocó a una conmemoración en grande del Día Internacional de los Trabajadores, y también fuimos testigos de las multitudes que marcharon por pueblos y ciudades haciendo saber que en el seno popular bulle la inconformidad con un régimen que pretende darle continuidad a políticas fracasadas en el continente, pero también de manera particular en nuestro país.

No. El Polo Democrático Alternativo no está en crisis. No puede estarlo una organización política que, pese a haberse constituido en respuesta a una reforma política que amenazaba la existencia jurídica de todo partido que no contara con un respaldo electoral suficiente para garantizarse un umbral caprichosamente determinado por la aplanadora congresual del uribismo, supo sumar los elementos positivos de todas esas fuerzas y ofrecerle al país una plataforma ideológica clara, su Ideario de Unidad, en torno a la cual se han hecho cada vez más estrechos los lazos de las fuerzas coaligadas.

Es la gran prensa, en especial la que responde a los intereses de la oligarquía bogotana, la que ha querido hacer ver como una crisis las deserciones de uno que otro dirigente, así como la puesta entre rejas del senador Iván Moreno y la suspensión temporal del Alcalde de Bogotá, Samuel Moreno. Olvida esa gran prensa que hoy están en prisión decenas y decenas de ex congresistas del uribismo; que son muchos los ex funcionarios públicos de esa misma filiación que están siendo sometidos a investigaciones penales, y que con el burgomaestre bogotano también fueron suspendidos algunos cuantos funcionarios que no son del Polo, sino del uribismo. ¿Significará esto que, mientras tales detenciones y suspenciones ocurrían, el uribismo estaba en crisis? ¿Lo estará ahora? Pues esa gran prensa oligárquica no lo ha reconocido así, como sí, por el contrario, se empeña en reconocer de esa manera lo que ve en el Polo.

No, apreciados amigos. El Polo Democrático Alternativo no está en crisis. Lo que está en crisis es ese periodismo amañado que solo actúa en función de apuntalar los intereses del régimen oligárquico.

lunes, 9 de mayo de 2011

EL REFERENDO ECUATORIANO Y LA LIBERTAD DE PRENSA

Por Rodrigo López Oviedo

Muy intensas han sido las preocupaciones que a lo largo del continente han despertado los resultados del referendo ecuatoriano del pasado sábado, particularmente el relacionado con el visto bueno a la propuesta gubernamental de cancelar toda autorización a banqueros y similares para participar de la propiedad accionaria en los medios de comunicación. Como tal decisión ha hecho correr la especie de que esta medida atenta contra la libertad de prensa, vale la pena reflexionar un poco sobre sus fundamentos.

Cada vez es más evidente que en países socio-económicamente tan desiguales como los nuestros, los medios de comunicación son los defensores a ultranza de los sectores sociales que los patrocinan. Esto los lleva a defender intereses encontrados, aunque no es raro que se presenten eventuales coincidencias entre ellos, sobre todo cuando las condiciones políticas los obligan a participar mancomunadamente del juego defensivo de los intereses de la clase en la que están insertos.

La libertad de prensa en sí es defendida con especial ahínco por los dueños del capital, que son los principales beneficiarios del statu quo. Mientras más estable sea este, tanto mejor para ellos. Y si de evitarle alteraciones se trata, ellos están dispuestos a hacer lo que sea, incluso a utilizar la libertad de prensa para distorsionar la verdad de los hechos, acomodarlos a lo que más les convenga e, incluso, a movilizar a la masa en contra de los intereses de ella misma, pues siempre habrá una argucia para hacerle ver como favorable lo que en verdad la perjudica. Así está sucediendo, por ejemplo, con el problema de los bajos salarios, pues no es que con ellos el capitalista pueda acumular más capital, sino que él, noblemente, podrá generar más puestos de trabajo.

Antes que libertad de prensa, lo que conviene al pueblo es tener el derecho a estar informado de una forma oportuna, imparcial y veraz. Se trata, por cierto, de tres virtudes que solo puede garantizarlas el pueblo mismo. Pero requiere que esté organizado, que se eduque ideológica y políticamente y que esté dispuesto a aportar en el esclarecimiento de los fenómenos sociales que lo afectan. Solo sobre estas bases podrá contar con medios desde los cuales pueda trazar las orientaciones capaces de ayudarlo en la solución de los problemas del momento y en la construcción de derroteros para que el mañana sea mejor que el presente de miseria que les toca vivir a tantos y tantos. Así lo entendió el presidente Correa, y por ello buscó y encontró en las urnas, aunque con justificadas resistencias, los avales para que su Revolución Ciudadana adopte los cambios respectivos.