lunes, 12 de septiembre de 2011

UN POLO SIN GARANTÍAS

Por Rodrigo López Oviedo

Tal parece que a quienes desde el Polo Democrático Alternativo queremos presentar nuestras candidaturas en la campaña electoral en curso se nos quiere vulnerar ese derecho. De tal grado son los atropellos que venimos sufriendo en la poca propaganda que hemos podido financiar con nuestros escasos recursos.

Lo peor es que ha sido la propia Oficina de Espacio Público la protagonista de algunos de esos hechos. Así ocurrió, por ejemplo, con uno de los pasacalles del suscrito, de escasos tres metros de largo, que había sido colocado al frente de la Avenida del Ferrocarril con Calle 27, sin que tal elemento atravesara la avenida ni tampoco la calle, es decir, con plena observancia de las normas expedidas por la propia Administración Municipal. Por toda justificación, el jefe de la Oficina de Espacio Público argumentó que esta propaganda se hizo bajar porque producía contaminación visual. Lo curioso es que a solo ocho metros de donde estaba hay dos vallas de los candidatos Ferro y Caicedo, estas sí gigantescas, que no fueron tocadas. ¿Será que el funcionario de marras está soterradamente comprometido con tales candidaturas?

Igual cosa ocurrió con un pasacalle ubicado a la entrada del barrio Los Mártires, que en dos ocasiones ha tenido que ser reinstalado en su sitio, y con otro en el barrio El Jardín, el cual desapareció. Aunque ya en estos dos casos no está clara la autoría criminal del hecho, si hay indicios que pueden comprometer en el segundo al presidente comunal de El Jardín por las manifestaciones que hizo al momento de la instalación.

Y si los pasacalles a mi nombre han corrido tal suerte, igual los del también candidato polista Ramiro Gálvez. Tal parece que a nosotros quisiera aplicársenos la Operación Halloween, pero a la inversa, ya que si con ella se pretende sacar del escenario a la oposición a través de multimillonarias sumas inyectadas a las campañas oficialistas, en nuestro caso se busca eliminarnos mediante el encarecimiento de las nuestras.

Mención especial merece el caso de nuestro también candidato William Bonilla, a quien, según lo denunció él personalmente en reciente reunión que tuvimos con el Secretario de Gobierno del Municipio y altas autoridades del Ejército y la Policía, se le ha obstaculizado en su campaña, llegándose incluso al lanzamiento de proyectiles de bala contra su residencia.

El Polo reclama el mismo tratamiento que se merecen todos los candidatos. Lo contrario nos obligaría a sacar nuestras quejas del espacio inútil de las oficinas del Municipio hacia otras instancias en las que quizá se vean estos atropellos como parte de un coordinado plan para dejar sin opción electoral a la oposición.



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