lunes, 31 de mayo de 2010

¡BIEN POR PETRO!

Por Rodrigo López Oviedo
Aunque no quedamos satisfechos con los resultados electorales del pasado domingo, no podemos menos que sentir orgullo por el papel que jugó nuestro candidato Gustavo Petro Urrugo. Su discurso sencillo, franco, sereno y persuasivo, sazonado en toda una vida de entrega a la causa de los más humildes, logró infundirnos confianza a más de un millón trescientos mil colombianos que por años y años, cuatrienios y cuatrienios, hemos venido esperando que se acabe tanta pobreza como la que hemos soportado, tanta represión como la que hemos sufrido, tanta conculcación de derechos y tanto naufragar en el engaño de las promesas de cada campaña y el incumplimiento de los correspondientes gobiernos.

Los dueños del establecimiento veían en Petro al único y auténtico intérprete de las inmensas mayorías y tenían que atravesarle un contradictor que sin estar comprometido en los altísimos grados de corrupción del Gobierno, en sus nexos con las mafias, en los perdones y traiciones a los paras, en la persecución a los opositores y la conversión del aparato de Estado en un estercolero, entre muchos hechos adversos al Gobierno, no le ofreciera ningún apuro al candidato oficial, Juan Manuel Santos, ni peligro de cambio al modelo económico vigente o riesgo a la libertad de algunos cuantos personeros del régimen que sueñan con no caer en manos de las cortes internacionales.

Ese fue el papel que jugó Mockus en la contienda. Para su infortunio, el anhelado paso a la segunda vuelta no sucedió de manera tan auspiciosa como se lo prometían las sesgadas encuestas, y esto da para que saquemos una gran conclusión: No hay tal que las clases dominantes estén dispuestas a poner al servicio de la ciudadanía unas herramientas tan importantes como las estadísticas para que podamos orientarnos con certeza en los enmarañados vericuetos electorales. Siempre lo harán deformando los resultados para que terminemos haciendo lo menos conveniente. En este caso, nos pusieron a votar por Mockus para que supuestamente no ganara Santos cuando lo que no querían era el triunfo de Petro.

Lo que sigue ahora para Petro y su partido, el Polo Democrático Alternativo, es examinar con cuidado el camino a seguir. Si bien una presidencia de Mockus no representa mucho avance con relación a lo que tuvimos en estos ocho años con Uribe, la presidencia de Juan Manuel Santos nos haría herederos de lo peor de esos dos cuatrienios, adobado con los propios menjurjes del santismo.

La otra opción es la del voto en blanco, a la cual podríamos acudir si no vemos interés del matemático en asumir algunos compromisos de carácter popular.

El Polo encontrará la decisión que resulte más conveniente.

¡POR PETRO... CON FERVOR!

Por Rodrigo López Oviedo

Estando a escasos cinco días de la primera vuelta de esta campaña por la Presidencia de la República, resulta innecesario decir que todos los colombianos vamos a sacar lo mejor de nuestro espíritu ciudadano, democrático y patriótico y a exaltar en tal jornada los altos valores de nuestra colombianidad. En lo íntimo de cada compatriota bulle un ser que ama la paz, que disfruta de la alegría y que hace de la felicidad su más anhelado propósito, aunque es gobernado por hombres enfermos de poder y de riqueza, capaces de acudir a los peores métodos con tal de poder saciar sus apetitos.

A ese colombiano de bien, pacífico, alegre y que generosamente busca la felicidad de todos, quiero invitarlo a que vote este domingo de acuerdo con sus convicciones personales, sin dejarse manipular por quienes sugieren que en la primera vuelta hay que votar por A para que no gane B. Esos manipuladores le están ocultando que las tendencias señalan como inexorable la realización de una segunda vuelta y que, si se desmonta el engaño, a esa segunda vuelta puede llegar el candidato que preferiríamos ver con las riendas del poder en sus manos.

Pero también invito a votar contra los cantos de sirena de quienes hoy prometen lo que han podido hacer y no han hecho en muchos años de presencia directa o indirecta en las instancias directivas del Estado y que, como se saben carentes de respaldo, combinan la demagogia con el tráfico de tamales, de becas, de puestos y de contratos para que con nuestro voto les endosemos las decisiones que nos afectarán a todos en los próximos cuatro años.

Personalmente votaré por Gustavo Petro Urrego, candidato del Polo Democrático Alternativo. Ningún candidato representa como él la esencia de lo que somos los hombres del común, pues al igual que la ya gran mayoría de los colombianos ha conocido la pobreza. Petro nació bajo techo de paja y ha vivido entre los más humildes; ha hecho cola en los dispensarios de salud pública, se ha educado en escuela y colegio públicos y si se ha podido profesionalizar en universidades privadas ha sido gracias a becas obtenidas por sus sobresalientes desempeños académicos.

Tales características han hecho de Gustavo Petro un hombre íntegro, consagrado a la defensa de los humildes y valiente en la denuncia de las mafias que se han enquistado en el poder, lo cual le ha valido el reconocimiento de las masas, que salimos agradecidas a demostrárselo en los multitudinarios actos de cierre y a aplaudirle su programa, tan distinto al de los candidatos oligárquicos. En las urnas le ratificaremos ese fervor.

lunes, 17 de mayo de 2010

PETRO ES LA OPCIÓN DE TRIUNFO

Por Rodrigo López Oviedo

El Polo Democrático Alternativo no cupo en la Plazoleta Darío Echandía el pasado 15 de mayo. Tampoco cupo en el corazón de sus militantes el entusiasmo que despertó la visita de su candidato, Gustavo Petro Urrego. Para quienes tuvimos la fortuna de estar en tan importante evento, arropados con las banderas del Partido en alto y los vivas fervorosos de los asistentes, esta visita nos ha confirmado en la sospecha de que los resultados electorales del 30 de mayo serán celebrados por unos invitados muy distintos a los que anuncian las campañas mediáticas.

Se trata, por supuesto, de una sospecha justificada. Casi todos los comentarios posteriores a los debates televisivos han calificado de sobresaliente al candidato del Polo, y eso tenía que traducirse en muestras de aceptación como las que viene recibiendo en las concentraciones públicas. No siendo el sentimiento de los ibaguereños la excepción, el recibimiento aquí prodigado fue emocionante. A cual más trataba de hacerse notar, así fuera para lograr del candidato una sonrisa, cuando no un apretón de manos. Todo era un frenesí que servía de preludio a la llegada de un espectáculo de la inteligencia en el que brillarían Olga Beatriz González, gerenta de la campaña, los senadores Guillermo Alfonso Jaramillo y Jorge Enrique Robledo y, por supuesto, Gustavo Petro. Las palabras de unos y otros pondrían el acento en aquellos aspectos que les merecieran particular interés, pero todos coincidirían en señalar que Petro representa la única opción popular, ya que solo él puede garantizar que sus anuncios de campaña correspondan a las realizaciones de lo que será su mandato presidencial.

Y Gustavo Petro no se quedó atrás. Puesto en tribuna, vimos cómo su reconocida lucidez intelectual se acrecentaba bajo el embrujo de la envolvente pasión popular y se transformaba en un turbión discursivo que arrasaba argumentos oligárquicos al tiempo que reiteraba sus denuncias, como aquella de cuando, aún niño, vio a las oligarquías birlar un triunfo electoral de la oposición para garantizarse, con Misael Pastrana, la continuidad en el manejo de las riendas estatales. En ese entonces, Petro juró orientar todos sus esfuerzos a relevar del poder a quienes tan reprobablemente tuercen la voluntad de un pueblo. Desde ese entonces, ha venido luchando por cambios profundos en el manejo de nuestra sociedad. Desde ese entonces, no ha desperdiciado ni un esfuerzo en labores que no tengan que ver con el propósito de elevar la felicidad de los colombianos. Por todo ello, las plazas públicas le vienen quedando pequeñas al entusiasmo que el pueblo quiere prodigarle, y por todo ello, este 30 de mayo estaremos con él en la celebración.

lunes, 10 de mayo de 2010

CONTRA LOS ABUSOS EN EL IMPUESTO PREDIAL

Por Rodrigo López Oviedo

Ciegos ante los mil desastres causados por unas oligarquías que vorazmente se han apropiado de las riendas del Estado para procurarse cada vez mayores riquezas, el Concejo de Ibagué y la Administración Municipal se dejaron venir contra la ciudadanía con un tan exorbitante incremento del avalúo catastral que en algunos casos alcanzó el 100, el 200 y hasta el mil por ciento con respecto a los avalúos vigentes en 2009.

El avalúo catastral es la base de uno de los impuestos más injustos que existen: el impuesto predial. Este grava el derecho a tener un rincón en la tierra sobre el cual vivir, con el agravante de que su casi inexistente progresividad lo hace particularmente pernicioso para los ciudadanos más humildes, incluidos los arrendatarios, pues finalmente serán estos los que tendrán que sufrir su peso cuando los arrendadores lo descarguen sobre ellos.


Pero para el caso de Ibagué, el impuesto, además de injusto, resulta ilegal. Tiene por base un avalúo en cuya formulación se cometieron errores que comprometen no solo a la Administración actual, sino también a la del hoy electo representante a la Cámara Rubén Darío Rodríguez Góngora. Según lo dice la Defensoría del Pueblo en la acción popular que interpuso para lograr la anulación del cobro, el avalúo catastral, que debe actualizarse cada cinco años, llevaba siete años sin tal actualización; y la que este año se hizo no atendió formalidades y exigencias tan imperativas como la de informarles a los afectados que el proceso estaba en curso y la de notificarles su resultado una vez conocido. La ciudadanía solo se enteró de todo ello cuando les llegó la factura.

Afortunadamente, ya la ciudadanía está en movimiento. El pasado 26 de marzo se conformó la Veeduría Ciudadana y los resultados comienzan a verse. Esta Veeduría revisó el convenio interadministrativo que dio lugar a los reavalúos, valoró los procedimientos desarrollados y ha venido advirtiendo sobre las anomalías encontradas. Pero lo más importante es que está conciente de la importancia del respaldo ciudadano para lograr su cometido. Por eso convocó para este miércoles 12 de mayo, a las cinco PM, a todos los líderes comunales, sindicales, cívicos y populares a una gran reunión que se realizará en la carrera 1ª No 11-89, en la cual se precisarán las acciones a realizar en procura de evitar que se consolide este abuso. Se requiere de la asistencia de todas las personas que cuentan con algún grado de representatividad en las distintas organizaciones de Ibagué, pues de lo nutrida que resulte esta reunión dependerán la contundencia y los resultados de la lucha que se viene librando.

lunes, 3 de mayo de 2010

LOS NUEVOS MESÍAS

Por Rodrigo López Oviedo
El proceso electoral en curso está dejando al desnudo el alma de los candidatos uribistas. Puede que alguno de ellos logre mover con engaños a una franja suficiente del electorado y quedarse con el preciado solio presidencial, pero tarde o temprano quedarán al descubierto sus cartas marcadas, las mismas que han usado otros candidatos de igual origen oligárquico en similares eventos anteriores.

A diferencia de las anteriores campañas presidenciales, la que está en curso se ha caracterizado por tener en su desarrollo la mayor participación de las cadenas de televisión y, especialmente, de los periodistas ligados a tales medios. Esto ha forzado a los candidatos, algunas veces, a sincerar su juicio respecto de los problemas más importantes de la nación. Lo curioso es que, para tales candidatos, esos problemas parecían no existir cuando el Polo Democrático Alternativo los denunciaba desde el Congreso. Por ese entonces, sordos a los reclamos de la oposición, se dedicaban a quemarle incienso al Presidente, en quien veían a una figura providencial, muy digna de estar por lo menos 12 años en el Palacio de Nariño.

Uno termina preguntándose: Si el pensamiento que estos personajes expresan en campaña es el mismo que siempre tuvieron, ¿por qué nunca exigieron soluciones a esos problemas y, en lugar de ello, se mantuvieron fieles a la defensa de un Uribe que siempre se negó a reconocerles existencia? ¿Por qué ahora no asumen un papel más consecuente y presentan un programa de gobierno que lleve a la solución definitiva de esos males? ¿Por qué, como correlato de lo anterior, no se comprometen, por ejemplo, a eliminar la ley 789, causante de la precarización del contrato laboral y a derogar la Ley 100, generadora del colapso en la salud? ¿Por qué no se comprometen a devolverle a la educación y a la salud los recursos arrebatados mediante el recorte a las transferencias? ¿Por qué no se comprometen a devolvernos capacidad de compra a los colombianos para que podamos estimular el crecimiento económico? ¿Por qué no se comprometen a desatar los nudos que ligan al establecimiento con las mafias? ¿Por qué no se comprometen con las víctimas de la violencia para que puedan alcanzar una justa reparación?

Por supuesto que los anteriores interrogantes no encontrarán respuesta entre quienes hoy están simulando ser los llamados a resolver los graves problemas del país. Las soluciones solo pueden provenir de un pueblo en acción, organizado en torno a sus intereses y dispuesto a aprovechar coyunturas como la de las actuales elecciones, en la que organizaciones como el Polo Democrático Alternativo y personalidades como su candidato, Gustavo Petro, pueden contribuir a iluminar el camino.