martes, 22 de septiembre de 2009

LA CONSULTA DEL POLO

Por Rodrigo López Oviedo

Nunca como en las calendas que corren se ha hecho sentir tanto la necesidad de que las fuerzas democráticas depongan muchas de sus discrepancias y cierren filas en torno a la recuperación de la esperanza en el futuro del país. No otra es la exigencia que plantea el ver desbocadas a las castas oligárquicas tras el aprovechamiento de unas condiciones que nunca le habían sido tan favorables a su propósito de configurar un Estado que responda más fielmente a sus intereses: letargo de las masas populares, debilidad del movimiento sindical, el Gobierno convertido en directorio político y, como si fuera poco, con dominio casi pleno sobre los grandes medios de comunicación y con ilimitadas posibilidades de modelar a su antojo la opinión ciudadana.

Esto les ha permitido ir desmontando lo positivo de la constitución de 1991, debilitar la oposición mediante procedimientos de guerra sucia, tomarse criminalmente las altas dignidades del Estado, legalizar prácticas políticas inmorales y recortar los derechos de los trabajadores, todo dentro del propósito de elevar las tasas de ganancia y eternizar sus privilegios.

Para alcanzar tan torvos fines, ningún escrúpulo les ha impedido utilizar procedimiento alguno, por más retorcido que sea. Así, por ejemplo, las hemos visto cabalgar sobre el honor de las instituciones de seguridad del Estado, a las cuales han llevado a frecuentes escándalos por desapariciones forzadas, asesinatos fuera de combate de insurgentes y de civiles, chuzadas y tráfico de drogas, entre otras prácticas que desdoran el prestigio que las acompañaba en tiempos ya remotos.
Y si a lo anterior agregamos la violación a la soberanía de países hermanos y la entrega de la propia para que sea pisoteada por fuerzas extranjeras, nos encontraremos con un cuadro cargado de evidencias sobre lo sucios que son los torrentes que corren por nuestra institucionalidad y lo necesitado que está nuestro pueblo de responder con unidad.

Pasos hacia esa unidad son los que está dando el Polo Democrático Alternativo. La consulta que este próximo domingo les hará a los colombianos le permitirá escoger entre Carlos Gaviria Díaz, Gustavo Petro y Édison Lucio Torres al dirigente que enarbolará la candidatura del Partido a la Presidencia de la República en los próximos comicios. Cualquiera de ellos está en condiciones de emprender tan importante tarea, pero necesita aglutinar en torno a sí al mayor número de los colombianos susceptibles de formar fuerza común en la magna empresa de las transformaciones que requiere nuestro pueblo.

Como toda medición social es un procedimiento cuyos resultados influyen positiva o negativamente en el ánimo de los consultados, esta consulta le plantea un compromiso de singular importancia al movimiento democrático, el cual deberá volcarse sobre la ciudadanía en procura de lograr una amplia participación. Cada quien lo hará desde su particular perspectiva, pero todos procurando que sea un canto a la unidad el que se levante en esta jornada.

Yo, por mi parte, hago públicas y reitero mis preferencias por el maestro Carlos Gaviria Díaz y en su beneficio invito a votar a mis lectores. Sin embargo, ello no obsta para que anime también a los seguidores de Gustavo Petro y de Édison Lucio Torres para que hagan lo propio, pues lo que importa es que podamos mostrar un Polo dispuesto a responderle con unidad a esas castas que tan desvergonzadamente nos gobiernan.

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