jueves, 1 de octubre de 2009

EL CAMINO A SEGUIR

Publicado el 30 de septiembre de 2009
Por Rodrigo López Oviedo

Lánguidas resultaron las consultas en que estuvieron comprometidos, entre otros, los partidos Liberal y Polo Democrático Alternativo. Lánguidas, pero también lamentables, y no tanto para el liberalismo, cuyos resultados alcanzados parecen confirmar que de este Partido solo va quedando algo más que un pequeño coro de militantes nostálgicos y anhelantes de que el país olvide que su colectividad comparte con el conservatismo la responsabilidad de los graves males que azotan hoy al país, pues lo ha acompañado en los oficios del poder desde el nacimiento mismo de la vida republicana.

Lamentable, sí, para el Polo, que no encontró la manera de sobreponerse a la campaña del establecimiento, harta, ésta sí, de recursos lícitos e ilícitos, puestos al servicio de hacer creer que con Uribe en la escena política nacional es más que suficiente y que todo esfuerzo por promover a otros protagonistas podría resultar inútil. Y esto, agravado para el Polo por los aberrantes casos de “voltearepismo”, de los que inexplicablemente fue víctima, y agregado a las deficiencias mismas de la campaña, en la que alguno de los bandos no quiso abandonar su propensión a la crítica malsana, produjo como resultado una abstención del 82 por ciento, si tomamos en cuenta los dos millones 600 mil votos de Gaviria en los últimos comicios presidenciales.

Ante tan alta abstención, quisiéramos pensar con el deseo y manifestar que ella puede ser también un indicativo del desinterés en que ha caído todo el electorado, y del cual también puede ser víctima el uribismo, lo que lo pondría en dificultades para superar el umbral necesario para quedarse con el referendo a su favor.

Se trata, por supuesto, de una conclusión no muy alejada de la realidad, pero que, para materializarla, debe adobarse con un trabajo capaz de seducir a ese 18 por ciento de polistas que estuvo en las urnas y que podría volcarse a la campaña contra el referendo en pos de una abstención que disuelva toda duda acerca de los anhelos nacionales de renovación política.

Ahora bien, habiendo sido Gustavo Petro el vencedor de la jornada en lo que hace relación al Polo, los analistas de la colectividad deberán descifrar si tal resultado puede interpretarse como una revisión de las conclusiones del Segundo Congreso y si lo que debe venir ahora es la búsqueda de acuerdos con Pardo, ganador de la consulta Liberal, y con las demás fuerzas no uribistas para ofrecerle al electorado una opción con posibilidades de triunfo en el enfrentamiento que se viene, ya contra Uribe en persona o ya contra su representante, o sí por el contrario habrá de esperarse hasta la segunda vuelta, como lo determinó el Polo en su Congreso.

En esta perspectiva, lo recomendable sería poner en manos de Petro la potestad de trazar el camino a seguir, siempre que no se dejen de lado los principios que la organización partidaria tiene establecidos en su ideario de unidad y en sus estatutos. Esclarecido el camino, debemos disponernos todos a caminar por él, en la intención de hacer del Polo un verdadero atractivo para las demás colectividades y los indecisos, todo dentro del propósito de librar al país de otro cuatrienio más de lo mismo y de forjar las bases para la construcción de una Colombia en la que quepamos todos sus hijos.

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