lunes, 18 de octubre de 2010

EUROPA SE MOVILIZA

Por Rodrigo López Oviedo

Con inmensa satisfacción entre los sectores obreros de los cinco continentes, los trabajadores europeos han venido librando durante el presente año las más hermosas batallas en defensa de las conquistas sociales y sindicales con que han sido favorecidos luego de duras faenas reivindicativas, y que hoy les pretende arrebatar esa santa alianza que conforman el gran capital, las multinacionales del crédito y los gobiernos lacayos de uno y otras.

Especialmente combativas han sido las movilizaciones en Portugal, Grecia, España y Francia, donde los más diversos destacamentos obreros, incluidos los del transporte y los hidrocarburos, se han visto obligados a combinar las más variadas formas de lucha, desde las movilizaciones callejeras, en las cuales han participado contingentes calculados en más de tres millones y medio de trabajadores, hasta las discusiones directas con los gobiernos y los empleadores, y aún hasta la huelga general, como la que se realiza hoy en Francia.

Lo característico de todas estas luchas, y también lo que las unifica al punto de que ya se hable de resistencias globales al gran capital, es que están originadas en los propósitos oligárquicos de imponer políticas neoliberales a través de las cuales puedan descargar sobre los trabajadores el peso de las crisis a que cíclicamente se ve abocado el capitalismo, elevar las tasas de ganancia y garantizar el pago del servicio de la deuda a las multinacionales del crédito. Por eso, arrecian contra los derechos de los trabajadores e imponen decisiones en procura de disminuir el déficit fiscal, aún a costa de la inversión social.

No es de extrañar, entonces, que esas políticas se manifiesten através de agresivas intentonas orientadas a abaratar el costo de las nóminas públicas y privadas y a reducir la participación de los impuestos directos en la financiación del presupuesto público, mientras se incrementan los indirectos (especialmente el IVA) y el peso de la deuda. Lo que todo esto deja en evidencia es el gran lastre que significan las multinacionales y los entes internacionales de crédito para la soberanía de los pueblos.

Es de destacar la amplia participación de la juventud en las jornadas que se comentan. Tal vez ello obedezca a la dramática combinación de factores representados en la sistemática ampliación del tiempo que separa a cada trabajador de su justo retiro, la incertidumbre de poderlo alcanzar en condiciones dignas y la menor disponibilidad de empleo para los jóvenes que ello entraña. Esto les ha hecho imperiosa la necesidad de vincularse a las luchas que hoy libran sus mayores por preservar sus conquistas. Así lo han entendido los hermanos europeos y poco a poco lo iremos entendiendo en estas tierras de América.

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