Por Rodrigo López Oviedo
En una acción defensiva que ha sido provocada por los abusos de las
empresas prestadoras y comercializadoras de los servicios públicos
domiciliarios, los usuarios hemos emprendido una acción organizativa en Ibagué,
en la cual estamos echando mano de las mismas normas que regulan la prestación
de tan importantes servicios.
Los problemas de los servicios públicos fueron mayúsculos en la ciudad
cuando los prestaba el Gobierno directamente, pero se agravaron, sobre todo en costos para el
usuario, cuando sobrevinieron las soluciones derivadas del Consenso de
Washington, que sirvió de soporte a las fracasadas tesis neoliberales y a las
normas privatizadoras.
De allí que, a la larga, los usuarios terminaremos dándonos cuenta de que
debemos ir más allá de la defensa de nuestros intereses y buscar incluso la
derogatoria de algunas de tales normas, pues, en la práctica, solo han servido
para apuntalar un régimen de iniciativa privada que ha resultado hostil a los
propósitos de servicio, que deberían ser los que gobiernen el corazón de las empresas
que los prestan.
La derogatoria debe comenzar por la Ley 142 de 1994. Esta ley le
estableció tantas garantías al capital privado que prácticamente lo blindó de
la competencia oficial. El organismo oficial que le quiera hacer competencia debe
hacerlo bajo las mismas condiciones de rentabilidad del inversionista privado;
es decir, procurándose una utilidad por lo menos equivalente a la que le sería
viable obtener a ese inversionista. Se trata, por supuesto, de una exigencia
absurda, pues si algo debe buscar el sector oficial es procurar el buen
servicio a la sociedad antes que los rendimientos al capital.
Lo anterior no quiere decir que la nueva organización, a la que se le
conocerá como ASODEUSUARIOS, no deba salir en defensa del IBAL, el único
establecimiento ibaguereño que logró salvarse de la racha privatizadora. Aunque
sabemos que sus servicios, especialmente el de acueducto, siguen la senda del
marchitamiento, este Instituto debe protegerse de cualquier iniciativa
privatizadora, franca o soterrada, y a ello debe orientarse la inteligencia y
el esfuerzo ciudadanos, debidamente encausados a través de su organización.
Por fortuna, este nuevo proceso organizativo ha girado en torno a
probados dirigentes salidos de la entraña popular, con demostrada solvencia
moral y que ya han tenido ocasión de demostrar en otras luchas su vocación de
entrega a la causa de los más necesitados; causa que por lo demás, en este
caso, nos cobija a todos. Por eso están extendiendo una invitación amplia a la
Asamblea de aprobación de estatutos que se realizará este martes 17 de julio, a
partir de las 6 P.M., en el quiosco comunal del barrio Departamental. Allí nos
veremos.
1 comentario:
Calarca,julio 16 de 2012.
La organizacion de los sectores populares en defensa del patrimonio nacional es un mas que derecho es una obligacion racional por la equidad y justicia social que contribuye a la paz. Y, para que no se cometan los atropellos que a diario practica las empresas privadas. Por ello sus utilidades son astronomicas y quieren apaciguar el mal social con el filantropicapitalismo bien denominada por Renan Vega Cantor.
De seguro que este tema organizativo se tratara en este 21º Congreso del Partido Comunista Colombiano a celebrase a partir de este 18 hasta el 22 de julio donde desde nuestra experiencia algo aportaremos. Queda cordialmente invitado.
Nelson Guzman Baena
Directivo C.U.T. Quindio
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