sábado, 19 de febrero de 2011

BOTERO QUIERE SU TAHRIR

Sorda al clamor ciudadano, la Administración municipal no ha querido dar marcha atrás en su política de llenar las arcas del municipio a costa del hambre de la infinita mayoría de los ibaguereños, que tendrá que sacrificar el pan de sus hijos para atender el pago de los exorbitantes cobros del impuesto predial.

Esta Administración parece no haber entendido que con sumarle este impuesto a las elevadas tarifas que estamos pagando por los ya casi totalmente privatizados servicios públicos lo que está haciendo es convertir en un sufrimiento ese lujo que representa para muchos la posesión de, incluso, la más humilde vivienda.

Y parece que tampoco viera claro el nuevo signo de los tiempos. El de los alzamientos en países que, como los árabes, parecían resignados a un destino de infamia; o como el de varios latinoamericanos, donde nada parecía poder alterar el statu quo. Incluso, sin salir de la frontera, podría revisar las vigorosas protestas de los camioneros que, levantados en un paro que no debió ocurrir, pero que ocurrió por la intransigencia del Gobierno, le hicieron suspender a este la aplicación de un decreto que eliminaba las tablas de fletes, lo obligaron a retroceder en el empeño de imponerles otras políticas y a concertar otras acciones, todo con la mira puesta en el propósito de impedir la expedición de normas que expulsen del gremio a los pequeños y medianos propietarios en beneficio exclusivo de tres o cuatro monopolios.

El alcalde Botero debería dejarse inspirar por estos ejemplos, entrar por los caminos de la sensatez y llamar a la Veeduría Cívica del Impuesto Predial a concertar el texto de un proyecto de acuerdo que reduzca los nefastos impactos producidos, de una parte, por la actualización catastral que hizo el Instituto Agustín Codazzi y que en muchos casos triplicó, cuadruplicó y hasta quintuplicó el avalúo de muchos predios; y de la otra, por la elevación de las tarifas del impuesto aprobadas por el Concejo Municipal a instancias del mismo Alcalde.

Esto debería pensarlo el Alcalde si no quiere sentirse vecino de una Plaza de Bolívar que, al igual que la de Tahrir, resulte escenario de protestas que lo lleven a cambiar por las malas un rumbo que podría cambiar por las buenas.

A propósito de lo anterior, la Veeduría Cívica y otras fuerzas de la ciudad están organizando para este jueves, a partir de las 9 de la mañana, un desfile de protesta que partirá del parque López de Galarza y culminará en un plantón frente a la Alcaldía. Ojalá que haya una concurrencia que disuada de su política a nuestro Mandatario. Por allí se empieza.

Polo Democrático Alternativo – Comité de Base – Comuna 10



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