Por Rodrigo López Oviedo
Tal vez la mayor perversidad
que le ha tocado sufrir al pueblo colombiano ha sido la de tener que convivir
con unas castas oligárquicas que han prescindido de todo escrúpulo en su
propósito de hacerse al mayor cúmulo de riquezas. Ni siquiera les preocupa que
haya que desplazar comunidades enteras, derramar sangre o tener que utilizar
las fuerzas del Estado en tan avieso propósito. Lo importante es elevar las
tasas de ganancia en la explotación del trabajo ajeno y de la naturaleza.
Los megaproyectos son buena
prueba de ello. A donde quiera que lleguen quienes han de desarrollarlos,
llámense AngloGold Ashanti, Pacific Rubiales, Gran Colombia Gold, Greystar,
etc., los pobladores respectivos pueden estar seguros de que comenzarán a ser
víctimas de las peores formas de presión para que dejen sus territorios.
Quienes no ceden a la tentación del oro tendrán que atenerse a la persuasión
del plomo o salir a engrosar las filas del desplazamiento en las cabeceras
municipales. De todas formas, y cualquiera que sea el medio, el resultado no
será otro que el más execrable despojo.
Tan escabroso cuadro cuenta
con el agravante de que la fuerza pública, en lugar de ponerse del lado de
nuestros campesinos, forma unidad de cuerpo con los poderosos, y todo dentro
del propósito de garantizarles la prevalencia de las políticas de la confianza
inversionista y el desarrollo de las orientaciones contenidas en la llamada
locomotora minero-energética, así enmascaren su presencia con alguna que otra
obra reclamada por la comunidad, como viene ocurriendo en desarrollo del
llamado Plan Consolidación.
Pero los campesinos no duermen.
Al igual que lo hace el resto de nuestro pueblo, ellos han venido fortaleciendo
su conciencia y buscando soluciones de fondo. Por eso en Chaparral, en Cabildo
Abierto, se reúnen este siete de agosto a discutir la penosa situación por la
que atraviesa su economía agraria, fundamentalmente cafetera, y las
implicaciones que son de esperar de obras como la hidroeléctrica del Amoyá y
del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Este Cabildo Abierto fue
programado por El Comité Departamental de la Marcha Patriótica y hace parte de
un conjunto de actividades que se irán cumpliendo en la medida en que las
condiciones se muestren propicias. Su éxito dependerá del grado de madurez y
compromiso con que las reciban las demás organizaciones sociales y políticas,
ante las cuales la Marcha misma habrá también de hacer compromisos de respaldo
a las iniciativas que de ellas vengan. En resumidas cuentas, la unidad no es
más que una constante sumatoria de esfuerzos a través de los cuales se fortalecen
las iniciativas de quienes están comprometidos en desarrollarla.
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